Llevo años asistiendo al Estadio Universitario para apoyar a mis Tigres.
En esos años he cantado con los Libres y Lokos, he gritado a todo pulmón un gol, he festejado triunfos con gente que sólo veo cada 15 días en el estadio y ya la siento como mi familia, ya que nos une el amor al equipo y al futbol; he sentido el "baño" de cerveza y he hecho la ola cuando lo pide "Porky".
De igual manera he llorado de alegría y tristeza, he vivido las lesiones de jugadores que no me hacen en el mundo, pero yo los considero mis amigos más entrañables.
Este fin de semana no pudimos asistir al estadio debido a una contingencia mayor a nuestra pasión y nos vimos forzados a ver el partido desde la comodidad de nuestro hogar.
Pude presenciar el estadio lleno de banderas, pero faltó esa alegría e intensidad que nos caracteriza.
Pude escuchar más de 10 veces un: "¡estoy solo!". Escuché al "Tuca" reclamarle a los jugadores.
No lo niego, fue una experiencia que nunca podré olvidar, peeero me faltó escuchar el grito estremecedor de "¡goool"!, ése que no lo sientes en ninguna parte, sólo en el Universitario.
A pesar de todo, nunca se pierde la pasión, ya sea por televisión o en vivo.
Yo seguiré apoyando a mis Tigres. Somos incomparables, diría el "Inge"... ¿acaso hay de otros?
Twitter: @Mvegavaldez |