En cuestión de días la vida en Madrid, como en el resto de España y Europa, cambió en la forma de estar, de relacionarse unos con otros, de funcionar la economía y se trasladó a un presente en el que son más preguntas que respuestas.
La mayoría de espacios laborales y aulas han sido sustituidos por el comedor de millones de hogares, donde desde hace más de una semana se confinan familias enteras tratando de evitar el contagio de coronavirus.
Poco a poco fueron cayendo las cancelaciones de todo tipo de eventos, desde las competencias amateurs de futbol, pasando por LaLiga y, finalmente, la Eurocopa tan ansiada; a ello siguió jugadores dando positivo de la enfermedad y DTs llamando a la sociedad a protegerse.
En lugar del partido de fin de semana, buscamos en la televisión las series y películas sobre historias de futbol.
Una vez al día, a las 20:00, somos millones los que salimos a ventanas y balcones a aplaudir a los doctores, enfermeras, especialistas, auxiliares, personal de los hospitales, que son quienes más están luchando contra el Covid-19. Por fortuna son más los que se han curado que los que han fallecido, pero las cifras de estos últimos crecen rápido y nos estremecen a todos.
Mientras cada hora miramos cómo se suceden las noticias de la pandemia, una pregunta permea sobre todos: ¿Cómo serán las cosas cuando todo esto pase?
Twitter: @carlosmeza2017 |