foto
Recurrente pretexto 118
Roberto Gómez Junco | 10-08-2019
en CANCHA
compartir por:
Esperemos que en esta Jornada 4 no sea tanto tema el arbitraje.

Porque son excesivos los espacios reservados para hablar de los "hombres de negro", en detrimento del análisis del juego mismo.

El asunto se complica cuando a los inevitables errores del árbitro se les añade la falta de honestidad de los distintos protagonistas del juego.

Sólo se mencionan esos errores cuando perjudican y para nada cuando favorecen.

Una convenenciera y ventajosa postura tradicionalmente asumida por quienes utilizan al árbitro como escudo para justificar los propios errores o fracasos.

En el intento de erradicar esa endémica y nociva costumbre, bien haría la gente de futbol en asumir -aunque sólo sea en ese renglón- actitudes más maduras.

Antes de opinar sobre un partido, con la mayor frialdad posible determinen si el resultado del mismo fue el que ambos equipos merecían de acuerdo al futbol desplegado por cada uno; y si así fue, ni siquiera se detengan a pensar si el árbitro se equivocó o no, ni a favor de quién.

Si no encuentran otra forma de hacerlo, a manera de desahogo critiquen el trabajo del árbitro en turno solamente cuando estén seguros que los errores del nazareno provocaron un resultado distinto al que ambos contendientes merecían.

Entiendan la labor arbitral como parte de los imponderables del juego, pero no la utilicen como velo que pretenda ocultar la propia incapacidad. Porque una cosa es señalar los errores arbitrales, y otra muy distinta enarbolarlos como el eterno y comodino pretexto del perdedor.

Para adquirir el derecho de reclamar por las equivocaciones arbitrales que perjudican, primero tengan la decencia de señalar las que favorecen.

Mientras maduran, seguiremos a la espera de jugadores, directores técnicos o dirigentes que al término de un partido ofrezcan declaraciones como las siguientes:
 
- "Debemos reconocer que gracias a dos o tres errores arbitrales que nos favorecieron, hoy ganamos un encuentro que merecíamos empatar o perder"
 
- "Mi entrada era de tarjeta roja, pero para mi fortuna el árbitro no la vio, o no supo juzgarla".

- "Me arrepiento de haber cometido esa bajeza con mi adversario, y por lo tanto merezco un castigo, me hayan 'cachado' o no los árbitros y las cámaras".

- "Los errores arbitrales a veces nos perjudican y a veces nos favorecen, pero como técnico yo reconozco que me equivoqué en el planteamiento, o al realizar esos cambios".

- "No pienso hablar del árbitro porque de cualquier forma el adversario fue mejor que nosotros y su victoria es inobjetable".

¿Quién se anima y hasta cuándo dejará de ser el árbitro el recurrente pretexto para justificar derrotas que en realidad suelen tener su origen en la falta de capacidad de quienes las sufren?

A ver hasta cuándo.

 
Twitter: @rgomezjunco
 
 
 
compartir por:
Futbolista de Primera División desde 1975 hasta 1988 (Atlético Español, Tigres, Monterrey, Guadalajara y Toluca). Seleccionado nacional en 1980. Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Columnista del Grupo Reforma desde 1989 y comentarista en televisión desde 1992.
Resumen Noticioso
¿Quieres recibir en tu e-mail la columna editorial de Roberto Gómez Junco?
1 mes2 meses3 meses
Ultimas columnas
Ejemplo francés
07-08-2019
Preguntas migratorias
03-08-2019
Teoría y práctica
31-07-2019
Reforzados y fortalecidos
27-07-2019
Los mismos y cualquiera
24-07-2019
Suculento negocio
17-07-2019
Decálogo periodístico
16-07-2019
Inconsistentes e impredecibles
13-07-2019
Pie derecho
10-07-2019
Para cualquiera
06-07-2019
Antes y después
03-07-2019
Tricolores favoritos
29-06-2019
Negociar para mejorar
26-06-2019
Alentadora tónica
22-06-2019
Justa dimensión
19-06-2019
Entre Copas
15-06-2019
Querer, poder y saber
12-06-2019
Dislates al aire
05-06-2019
Otras columnas
Rubén Romero
Dos tácticas, dos medallas
David
TRIBUNA ABIERTA