En este incipiente torneo ha vuelto a ser exhibido el enorme trecho que en nuestro futbol separa a la teoría de la práctica.

En teoría, desde el arranque deberían encabezar la tabla general equipos como el América, los Tigres, el Monterrey, el León o el Cruz Azul.

En la práctica, después de dos jornadas esa tabla la encabezan el Santos-Laguna, los Pumas y el Atlas.

En teoría los últimos lugares están de antemano reservados para equipos como los Tiburones de Veracruz, los Gallos de Querétaro y los Bravos de Juárez.

En la práctica solamente los juarenses ocupan uno de esos lugares, y en los otros dos se encuentran tristemente instalados el Morelia y el Monterrey.

En teoría la lucha por la permanencia en Primera División para el 2020 la entablan desde ahora las Chivas, el Veracruz, el Atlas, el Querétaro y los de Juárez; o incluso el Puebla si afloja, y hasta el San Luis a menos que siga como arrancó y se olvide pronto del asunto.

En la práctica, de antemano se sabe que nadie descenderá porque con algo de lana permaneces.

En teoría los Tigres, el Cruz Azul y el Monterrey debieron empezar dejando en cada partido plena constancia de su condición de favoritos para pelear por el título junto con el América y el León.

En la práctica, los Tigres han vuelto a los tradicionales altibajos en sus actuaciones, el Cruz Azul lleva dos modestos empatitos y el Monterrey inició con dos derrotas como visitante.

En teoría, Andre Pierre Gignac y Tomás Boy se profesan (o profesaban) una recíproca admiración por lo que uno hizo y el otro sigue haciendo con los Tigres.

Pero en la práctica el único intercambio entre sendos grandiosos futbolistas -erróneamente propiciado por el más experimentado de los dos- para nada ha sido de afectuosos saludos.

En teoría jugadores como Vincent Janssen, Juan Marcelo Escobar, Aníbal Chalá, Leonel Miranda, Rodrigo Rey, Adrián Ricardo Centurión, Jown Cardona o Giovanni dos Santos aportarán mucho en sus respectivos equipos y enriquecerán todos ellos -con su futbol- a la Liga MX. Pero en la práctica quién sabe.

En teoría los equipos con mayor poderío ofensivo (y más caros planteles) son el Monterrey, el América y los Tigres.

En la práctica, en la segunda jornada ninguno de esos tres poderosos equipos anotó un solo gol.

En teoría esos tres equipos, al nivel de esta liga, cuentan con un potencial incomparable.

En la práctica sigue siendo, en cada uno de esos tres casos en distinta medida, un enorme potencial a veces aletargado.

A ver si esos tres y algunos de los otros se espabilan, y si paulatinamente la teoría reduce la distancia con respecto a la práctica.

Aunque ya sabemos que en teoría todo puede pasar en el futbol mexicano... y así pasa en la práctica.

 
Twitter: @rgomezjunco