Ayer, con un Estadio Universitario pintado de amarillo y miles de almas ansiosas de festejar su primer triunfo de la temporada, los Tigres decepcionaron.

Si eres de la personas que se ilusionaron y esperaban ver una gran mejoría en este reforzado Tigres o los veías jugando un futbol como los grandes suelen jugar... ¡despierten!, sólo fue un sueño.

Como siempre, vi al equipo de Ferretti poco o nada atrevido, intentó hipnotizar a su adversario con su viejo e insistente futbol de toque y toque y se salvó de perder gracias a una pifia arbitral del tamaño del mismísimo estadio.

Así es como el "Tuca" ha hecho su historia como entrenador; mantener el cero en su portería parece ser su prioridad y, por increíble que parezca, sus jugadores deben adaptarse a su estilo de juego. No esperen lo contrario.

Por más que la institución felina se desgarre trayendo carísimos refuerzos, su futbol sigue careciendo de todo lo que caracteriza a un equipo cuya inversión fue hecha para superar a la mayoría de sus rivales de la Liga MX, principalmente cuando juega de local.

No es aceptable que nadie venga con el discurso que las nóminas no juegan, eso es una gran mentira, y en España, Alemania y otra ligas del mundo eso está más que comprobado.

Pero si por algún motivo los millones de euros o dólares no generan diferencias dentro del terreno de juego, la bomba explotará en las manos de los entrenadores.

Es inadmisible que el Atlas, con tan poco y como visitante, regrese a su casa con el mal sabor de boca por no haberle ganado al millonario Tigres debido a que el árbitro no marcó una mano dentro del área de Israel Jiménez, que era un clarísimo penal, y, peor tantito, ver la inoperancia futbolística de un equipo que cuenta con mucha calidad en todas sus líneas.

Así como en la semana pasada critiqué fuertemente al Monterrey por su poca ambición, me es imposible no cuestionar al "Tuca" el porqué tanta calidad no hace la diferencia.

Luego de ver esos dos primeros partidos de Tigres en este Apertura 2016 con sus pases cortos laterales, cero atrevimiento, pocos cambios de ritmo, extremada preocupación defensiva y la eterna espera de un error del rival, me quedé con la impresión que lo único diferente para esta temporada será su uniforme.

 
CON LAS MANOS VACÍAS
 
En un buen partido que ameritaba más goles, las Chivas se impusieron a un Monterrey cuya ofensiva se vio muy debilitada por la ausencia de Dorlan Pabon.

"Ponchito" dio un buen primer tiempo, pero desapareció en el segundo y Funes Mori nunca encontró en De Nigris un socio ideal.

Chivas se vio dinámico, hizo valer su condición de local y fue un meritorio ganador.

Mal arranque para el futbol regio que de 12 puntos disputados sólo han sumado 3.

 
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