Ninguno de los extraños resultados o de los muchos malos partidos de esta Copa de Oro estuvieron tan cerca del fondo, hundidos en lo ridículo, tan asqueroso, como el que vimos el miércoles pasado.

Fue una vergüenza, no necesitamos eso y no nos ayudaron para nada. Nos están perjudicando todavía más, no hemos hecho nada para merecer estar en la Final y si acaso la ganamos no seremos dignos campeones.

Esta Copa está manchada por la deshonestidad "concacafkiana" que, como en todas las Copas, prepara y abre el camino para el enfrentamiento final entre México y Estados Unidos, que en esta ocasión fue incapaz de solventar en la cancha la tramoya que los de pantalones largos preparan en las oficinas.

Ustedes, finísimos directivos mexicanos, tienen de dos sopas: creer en esta farsa y festejar el título de campeón. Si así sucede, como que si lo hubiéramos merecido, o tomar las cosas como son y darle las gracias al "Piojo" por el evidente mal trabajo que ha hecho con esta selección.

No tienen ni pies ni cabeza, sobran excusas, falta orden y futbol. Sólo hemos ganado honestamente ante Cuba y con ese futbol volveremos a sufrir en las eliminatorias.

Me desespera en serio saber cómo manipulan a nuestro deporte, ni siquiera tratan de ser finos y discretos.

Ese descaro debe terminar y ojalá que con la salida de Joseph Blatter como presidente de FIFA venga un verdadero cambio.

Que las decisiones que pueden cambiar el destino de un partido sean estudiadas en el video y no esté sólo en manos de los árbitros, que son empleados de las Federaciones y son manipulables.

Señores directivos de la FEMEXFUT: si acaso piensan en olvidar lo que vivimos el miércoles, les recuerdo que estamos en la Final gracias a la descarada victoria de un árbitro otorgada a México, ya que por nuestros propios pies no pudimos.

 
 
 
ÉSTA SÍ, MUY MERECIDA
 
 
Todo lo contrario hicieron los Tigres en el Estadio Universitario.

Como equipo, lograron mejorar lo que ya se veía bien: ganaron, gustaron y ya se destacan por ser la tercera institución en llegar a una Final de Libertadores.

Sólidos en defensiva, sin Hugo Ayala, con fácil y creativo manejo en medio campo y una delantera que impone respeto, se adueñaron del juego y, lo que se vislumbraba sumamente complicado, terminó por verse como una tarea sencilla.

Si la Semifinal frente al Internacional de Porto Alegre todos la considerábamos histórica, ¿cómo llamar lo que vivirán frente al River Plate en esta gran Final?

La página dorada en la historia de la institución felina está abierta. Una oportunidad inigualable para gravar con letras de oro: TIGRES, CAMPEÓN DE LA COPA LIBERTADORES DE AMÉRICA 2014-2015.

Enhorabuena.

 
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