"Malgasté el tiempo. Ahora el tiempome malgasta a mí".
William Shakespeare A lo largo de los últimos cuatro partidos de Liga y los dos de Concachampions, el equipo de Ferretti acumuló importantes lapsos de mal futbol de manera comprometedora.
¿Estarán los Tigres en medio de una crisis disfuncional?
Las 18 tarjetas con las que fueron sancionados -dos de expulsión- es un buen rastro para pensar que contra Tijuana, Querétaro, América, Salt Lake y Monterrey, la actitud de angustia estuvo presente.
Dentro de cualquier causa, los rivales desactivan con más frecuencia el ideario de los Tigres.
A Gignac, por ejemplo, ahora le escoltan su perfil derecho como si éste fuera un explosivo programado. Aquino ya no goza del mano a mano, a Pizarro le hacen pressing, a Juninho lo retan con balones a la espalda y a Nahuel con pelotazos desde atrás de medio campo.
Además, el cero en su portería sólo lo han colgado una vez de nueve posibles en el Clausura 2016.
Me da la impresión de que el equipo a sacrificado posesión por un anhelo de verticalidad. Y si la precisión en corto no aparece, en largo, menos.
Pero si el equipo de Ferretti sigue llegando en bloque con bastante frecuencia al último tercio del rival, liderando la Liga en remates totales (140), remates a portería ( 57) y remates desviados (83), ¿qué está pasando?
Bueno, de entrada promedian 8.4 tiros para marcar un gol, cifra que aún es alta si la comparamos con los 6.5 remates que requiere el Cruz Azul, los 7.1 del Monterrey, los 7.3 de América y los 7.7 del Pachuca y León.
Aunque alrededor de esta numerología, hay una circunstancia que las estadísticas no revelan: Gignac, Sobis, Dueñas, Aquino y Damm, cuando intentan atacar por adentro, frecuentemente dejan de jugar el balón de primera intención o al toque.
Y con los espacios cubiertos con centrales ligeros y volantes dinámicos, como hay en la actualidad, los tiempos para recibir y luego dar, paulatinamente se han ido extinguiendo. En otras palabras, en zona de gol, si no decides y ejecutas a la vez, se desintegra la jugada.
Como dato adicional, Rafael Sobis (soy fan de él) aún no aparece entre los primeros en asistencias de gol, ni pases para remate.
Al equipo de los Tigres sólo le restan 24 puntos por jugar, para que con los 14 que hoy tienen finalicen entre los dos primeros de la clasificación y sólo jugando bien pueden aspirar a ganar 16 de las últimas 24 unidades. ¿No cree usted?
PD. Eso de jugar a un toque, al Monterrey de Pabon y Cardona también le vendría bien.
Sólo se requiere de una fracción de segundos, para escribir una historia de futbol.
Lo escrito, escrito está.
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