Es probable que no aparezca en el tope de las listas de los porteros más recordados de México.

Por alguna razón podrán ser más nombrados otros arqueros de la espléndida colección de ellos que tiene el futbol mexicano.

El desaparecido Isaac Wolfson escribió hace algunos años un extenso libro sobre quienes se han calzado los guantes y decidieron dedicar su carrera a la posición más ingrata -comprobado- en las canchas del balompié nacional.

Resulta que Óscar Pérez, de todos ellos, es el que más partidos ha jugado, más años duró y números más espectaculares tiene en perseverancia y duración.

Un día de 1993, Enrique Meza decidió jugársela en Cruz Azul debutando y luego sosteniendo al "Conejo" en el arco. No le faltaron críticas.

Pero algo vio en un futbolista nacido en el club que tenía cualidades portentosas: una flexibilidad de trapecista, una potencia de piernas de levantador de pesas y una intuición para leer la portería fuera de lo común. Solo le faltaba la experiencia que en algún momento posterior también adquirió desde la banca para terminar siendo vencedor del favorito en turno más de una vez.

Por eso Luis Fernando Tena lo prefirió sobre Jorge Campos en el último título de liga que ha ganado Cruz Azul, y Javier Aguirre en lugar de Memo Ochoa para darle la titularidad en el Mundial de Sudáfrica 2010.

Estas líneas no son sin embargo un recuento biográfico. Son un agradecimiento porque después de 26 años de carrera, recibirá el sábado en el Azteca un homenaje del club al que más amó: el de su nacimiento profesional y en el que permaneció quince años.

Pese a que sus dos títulos de liga -uno con Cruz Azul, el otro con Pachuca- parecen poco frente a su descomunal trayectoria, los logros tienen varias maneras de ser medidos.

¿Qué decir de alguien que vio debutar y retirarse a Rafa Márquez desde su butaca en la portería? ¿O a su compadre Juan Francisco Palencia o a Duilio Davino?

Nadie jugó mas partidos en la historia del futbol mexicano. Sus 740 superaron los 725 de Oswaldo Sánchez. Benjamín Galindo que ha sido el jugador de campo mas activo, completó 796.

Cruz Azul, de donde Óscar nunca se hubiera querido ir, le rinde tributo como uno de sus hijos favoritos.

Eso, en el mundo del futbol en el que la memoria es particularmente débil, merece ser aplaudido porque ambos ejercerán un acto de nobleza y honor: compartir ese último momento juntos dentro de un campo profesional.

Óscar será destinatario de un abrazo virtual de millones de admiradores que envolverán, si, una de las carreras más admirables entre todos los arqueros que han jugado en México.

Aunque otros hayan tenido mas reflectores, el "Conejo" merece ser la portada de cualquier tratado próximo en el que se hable de esa posición en México.

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