El cierre de cada temporada regular en México es un gran experimento para medir cuáles son las historias más populares de cara a la Liguilla.

Para sorpresa de muchos, la entrada de los regios al Repechaje combinado con las fallas del VAR robaron gran parte de los reflectores en la conversación general.

Fondo y forma en su máxima expresión: el decepcionante resultado de las potencias norteñas, acompañado por el drama de los errores arbitrales.

Fracaso de los regios, decían por todos partes, desconexión regia titulaban los medios, y tienen razón, pero entonces ya es momento para que reconozcan la importancia de Tigres y Rayados en la escena del futbol nacional.

Avísenles que toda decepción viene acompañada de cierta expectativa. Justo lo que causan este par de equipos al arranque de cada torneo y justo lo que hace que todos terminemos hablando de ellos, expectativa de impacto.

Se terminó diciendo más sobre el fracaso de Tigres y Rayados que de la gran temporada de Pumas, el dominio del León, la hazaña del Piojo Herrera para mantener al América en los primeros puestos o el tremendo 2020 del Cruz Azul.

La verdad es que si el quinto y sexto lugar dan más de qué hablar, que los primero cuatro lugares de la Liga, entonces estamos ante un fenómeno que al menos merece ser platicado.

¿Cómo es posible que la ausencia de equipos emergentes como Tigres y Rayados cause mayor reacción que el popular Guadalajara raspando en los ocho puestos convencionales?.

El orden jerárquico de los equipos en México se ha movido exponencialmente en los últimos diez años siendo los de Nuevo León los más beneficiados.

Si bien a nivel nacional esto apenas se va reconociendo, los involucrados con el futbol regio sabemos que esto lleva tiempo siendo una realidad. Así que es tiempo para que ambas instituciones asuman con mayor responsabilidad su nuevo estatus en el futbol nacional.

Tigres no puede ser la risa de los últimos minutos que fue en esta temporada; si hubieran mantenido al menos la mitad de todos los puntos que perdieron en instantes finales estarían peleando la pinta con León.

Más allá de la larga ausencia de Nahuel Guzmán por su contagio de Covid-19, Tigres debería tener un arquero de mayor jerarquía atrás del "Patón". Los estándares de calidad que tienen para los suplentes de otras posiciones deberían ser los mismos para la portería.

No es posible que cuando tu arquero titular esté ausente te pese tanto en los números, como a Tigres cuando no está Nahuel.

Rayados no puede ser este equipo que se juega mediocremente durante largos lapsos del torneo y quiera apretar a la hora buena.

Todos sabemos que tienen esa capacidad de cambio en momentos importantes, nos quedó claro al final del 2019, pero dar ese siguiente paso debe extender su excelencia a lo largo de los campeonatos. No sólo en la parte cumbre.

A Tigres y Rayados aún no los consideran grandes, pero ya los tratan como tal.

 
Twitter: @AldoFariasGzz