Ha pasado más de un año de aquella "tragedia de Houston" en la que por primera vez en la televisión nacional de México se habló de la posibilidad de formar un nuevo Clásico entre Tigres y America, y hasta la fecha sigue brotando el tema de vez en cuando.
Me llama mucho la atención cómo entendemos el concepto de deconstrucción social para ciertas cosas, pero batallamos para entender que se expande a prácticamente todos los aspectos de nuestra vida.
Si el mundo está cambiando tan rápido, por qué pensar que con las mismas fórmulas de toda la vida podríamos adaptarnos a él.
Tremendas rivalidades entre America, Chivas, Cruz Azul y Pumas nos trajeron a aquí, pero no estoy seguro si nos llevarán al siguiente.
La historia de los "cuatro grandes" dominó la conversación en México durante muchos años, pero en esta nueva era digital los rankings de jerarquía se mueven y exigen nuevos protagonistas.
Deconstruir no significa destruir, deconstruir se trata de dejar en el pasado esas cosas que ya no aplican y quedarnos con las que aún sirven.
Es difícil mantener la intensidad de un Chivas-America en base a una narrativa del rico vs. el pobre que cada día es menos creíble.
Por otra parte, si no se han topado en una Final desde los ochentas y Guadalajara con sus malos resultados ha provocado que sea vean pocas veces las caras en eliminación directa resulta difícil defender el prestigio de la contienda.
Al mismo tiempo que el Chivas-America se estanca, el Tigres-America gana terreno por dos principales factores: la constancia con la que se topan en partidos decisivos y la rivalidad natural que desde hace muchos años existe entre regios y capitalinos que hasta hoy comienzan a ser capitalizadas por la industria de los medios deportivos.
El America vs. Tigres aún no es un Clásico, pero por supuesto que está en camino.
Si ambas instituciones repiten su éxito en la siguiente década y se topan de vez en cuando, no tengo duda que esa rivalidad se convertirá en el platillo principal de la Liga MX.
Aunque por otra parte, si se alejan del protagonismo por los siguientes años, no habrá fuerza suficientemente poderosa para hacer de esta rivalidad un Clásico.
Recuerdo que uno de los argumentos más poderosos en contra de esta idea es que en la Ciudad de México no existen suficientes fans de Tigres como para sentir la rivalidad.
El asunto que no han considerado es la digitalización de la carrilla futbolera, o sea que la plática futbolera de la escuela, el trabajo y los bares va trasladando al terreno digital en donde Tigres es tan fuerte como America.
En el nuevo mundo somos iguales.
Twitter: @AldoFariasGzz |