Acereros y Vaqueros siguen siendo dos de los equipos más populares en México, amén de ser escuadras con trascendencia nacional en los Estados Unidos. Es cierto que Dallas no consigue llegar a un Super Bowl desde 1996, mientras que en enero del 2020 Pittsburgh cumpliría 10 años sin jugar en el duelo por el título. Aún así, el apoyo para ambos sigue siendo incondicional y es indudable que la postemporada tiene un interés especial cuando ambos consiguen clasificar.
Es por ello que la jornada dominical tiene un atractivo singular por lo que hay en juego para estas dos legendarias organizaciones. Ambas juegan en casa, ante rivales que en el papel lucen superiores, y saben que una derrota complicaría seriamente sus posibilidades de clasificar a playoffs.
El equipo de Jason Garrett volverá a intentar ganarle a un rival con marca ganadora al enfrentarse a los Rams. Los campeones de la Conferencia Nacional volvieron a la vida con un triunfo contundente ante los Halcones Marinos y aunque van a necesitar ayuda para avanzar, saben que una derrota los dejaría al borde de la eliminación, lo cual los convierte en un enemigo muy peligroso. Dallas, aun con récord perdedor, sigue al frente de la División Este gracias al triunfo conseguido ante Filadelfia en la Semana 7. Sin embargo, un nuevo descalabro podría costarles el liderato divisional y obligarlos a ganar la semana que viene en su visita al Lincoln Financial para mantenerse en la pelea.
Por la noche en Heinz Field, los Bills buscarán ganar para amarrar su boleto a los Playoffs ante una escuadra que ha ganado siete de sus últimos ocho partidos para mantenerse en zona de clasificación luego de haber arrancado la temporada con tres derrotas al hilo. El solo hecho de llegar a estas instancias con opciones de avanzar tiene un gran mérito para Pittsburgh, un equipo que perdió a su mariscal de campo titular en la Semana 2 y que ha tenido que lidiar con ausencias de varios de sus jugadores titulares en puestos clave de la ofensiva durante casi toda la campaña.
Por ello, hoy será un día de contrastes para dos de los equipos más ganadores en la historia de la NFL. Mientras los Vaqueros buscan recomponer el camino y evitar que la campaña termine en otro fracaso rotundo, los Acereros intentan extender una racha ganadora que, contra todos los pronósticos, les permita llegar a la Semana 16 en control de su propio destino.
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