Hace un par de semanas los Cuervos vencieron convincentemente a los Patriotas para quitarles el invicto. Tras una jornada en donde Baltimore venció a Cincinnati y Nueva Inglaterra descansó, la distancia entre estas dos escuadras en la lucha por la mejor marca de la Conferencia Americana es de solo un juego, y el equipo que dirige John Harbaugh tiene el primer criterio de desempate, el duelo entre ambos, a su favor. Esta tarde, las dos organizaciones que parecen ser las únicas con los elementos suficientes para pelear por jugar en casa toda la postemporada, enfrentarán a rivales de mucho cuidado en duelos que podrían darle forma a la ruta rumbo al Super Bowl LIV.
Los Texanos visitarán a los Cuervos en un partido en el que se verán las caras dos mariscales de campo jóvenes y dinámicos que fueron tomados en la primera ronda del Draft por sus respectivos equipos. Lamar Jackson es uno de los candidatos a ganar el MVP gracias a una ofensiva que fue diseñada con el objetivo central de explotar al máximo sus cualidades. La decisión de haberle entregado las llaves del equipo apenas en su segunda campaña como profesional, parece haber sido la correcta y hoy, Houston buscará encontrar el antídoto para neutralizar al ex ganador de trofeo Heisman. Para aspirar a competir, los Texanos necesitan una tarde productiva de DeShaun Watson, quién además, seguramente, cumplió durante los días previos al partido con un rol central en el proceso de preparar a su propia defensa para enfrentar a Jackson. Y es que si hoy en la NFL hay un jugador que pueda "personificar" al mariscal de campo de los Cuervos con éxito, ese es justamente Watson.
Los Patriotas, por su parte, jugarán ante Filadelfia con el recuerdo de la derrota sufrida en el Super Bowl LII aun fresco en la memoria de Belichick, Brady y compañía. Es cierto que las Águilas no son aquel equipo enrachado que sorprendió al mundo para vencer a Nueva Inglaterra en Minneapolis, pero el grupo que hoy encabeza Doug Pederson llega urgido de una buena actuación para confirmar que pueden pelear por el título divisional y hacer ruido en Playoffs. Además juegan en casa, lo cual sin duda será un factor a su favor. Los campeones llegan, no solo frescos y descansados, sino muy bien preparados y buscando quien pague los platos rotos tras la contundente derrota sufrida en Baltimore. La ofensiva se ha reforzado y ha recuperado a algunos jugadores clave, y aunque no tiene a un ala cerrada confiable, debe ser una unidad más productiva de cara a la recta final, mientras que la defensa intentará demostrar que un mal día lo puede tener cualquier y que siguen siendo una unidad de élite.
Twitter: @JosePabloCoello |