El contrato colectivo de trabajo entre la NFL y el sindicato de jugadores vence al final de la temporada del 2020.
Es por ello que, con el objetivo de evitar un paro laboral como el que se suscitó al final del acuerdo anterior, los dueños y los representantes de los jugadores pusieron en marcha las negociaciones para un nuevo convenio con muchos meses de anticipación, y de acuerdo a los reportes más recientes, hay muchas posibilidades de que las partes firmen un nuevo convenio antes del Super Bowl LIV.
El objetivo central de los dueños, como es natural en cualquier empresa privada, es el de garantizar la viabilidad económica del negocio de cara al futuro, al tiempo de buscar nuevas fuentes de ingreso que permitan mantener el crecimiento de la liga. Por tal motivo, la ampliación del calendario de la temporada regular y de la postemporada se ha convertido en una obsesión.
Del mismo modo, los jugadores han manifestado una y otra vez que están en desacuerdo con el papel que juega el comisionado como la autoridad última encargada de impartir disciplina, además de buscar que los ingresos se repartan de forma más equitativa.
Finalmente, siempre han mostrado su oposición a aceptar un incremento en el número de partidos en la campaña regular por considerar que esto atentaría contra su integridad física.
Por el momento, los dueños parecen haber olvidado la idea inicial de ampliar el calendario regular a 18 partidos, pero todo indica que han conseguido convencer a los jugadores de que una temporada con 17 partidos, un duelo menos de pretemporada, al menos un encuentro "internacional" por año para los 32 equipos y 14 calificados a los Playoffs, es el esquema ideal.
A cambio, los jugadores habrían conseguido un esquema más favorable en la repartición de los ingresos, una modificación al sistema de contratación de los novatos, además de la creación de una nueva figura de autoridad independiente para impartir disciplina y resolver controversias.
Todo esto es una buena noticia para los aficionados, ya que la posibilidad de una huelga que suspenda o postergue el inicio de la campaña del 2021 parece haberse extinguido.
Es también un triunfo para los dueños, que habrían conseguido su principal objetivo, aumentando el número de partidos disponibles para vender derechos de televisión y boletos de entrada a los estadios.
Y todo parece indicar que serían los jugadores los que habrían claudicado, anteponiendo intereses estrictamente económicos a la defensa de su integridad física, argumento que tristemente, era solo una herramienta de negociación adicional.
Twitter: @JosePabloCoello |