Bajo la manga
 
 
La baja definitiva de Néstor Araujo de la Selección representó mucho más que cambiar a un jugador en la lista de Juan Cambios Osorio para Rusia 2018.

Sin el tapatío del Santos Laguna, el colombiano siente que no tiene quién cubra a su hombre fuerte, no sólo por el alto nivel que alcanzó bajo su mando, sino por el liderazgo y la seguridad que le daba a su última línea, por encima de Héctor Moreno, Oswaldo Alanís o Edson Álvarez.

Con Rafa Márquez descartado para jugar de central, Osorio utilizará el juego contra Gales para ver cómo se comportan los defensas que le quedan, ante un rival con futbolistas altos.

La lista la define el 2 de junio, antes de volar a Dinamarca, por lo que tendrá una semana para ver si se queda con los centrales que tiene o recurre a su plan de emergencia con las reservas en su lista de 35.

No por nada Jair Pereira interrumpió sus vacaciones para volver a Guadalajara y hacer, por su cuenta, un programa de entrenamiento parecido al que hacen los tricolores, con un programa de computadora al que todos los seleccionados tienen acceso.

No vayan a decir que yo les conté, pero cuando los colombianos del Tri vieron que Araujo no mejoraba de su operación en la rodilla izquierda, uno de los ayudantes le llamó al zaguero de las Chivas para preguntarle cómo estaba en lo físico.

"Bien Profe, a la orden y sin lesión", le dijo Pereira, mientras soltaba el coco con piña colada.

"Usted, Jair, estaría bien que abra el programa en su móvil y no deje de trabajar, porque nunca se sabe", le dijo el auxiliar.

Pereira ya tiene ocho días de entrenamiento y lo muestra en sus redes sociales.

Si se acuerdan, después de clamar una oportunidad a través de los medios, Pereira sólo fue convocado para la Copa Oro y le llenó el ojo a Osorio, por su liderazgo y obediencia táctica como zaguero por derecha.

Incluso lo puso de titular ante Costa Rica, en la eliminatoria mundialista.

Que no les sorprenda un llamado.

 
 
Reciclaje
 
 
Que conste que Francisco Gabriel lo advirtió la semana pasada: las Chivas no pagarán más de 8 millones por un refuerzo y consideran a pateabalones del Ascenso MX o Segunda División.

Para su tranquilidad, chivahermanos, al momento no han llegado elementos de dichas categorías, pero la operación reciclaje está tomando forma en el Rebaño.

Así como lo leen, mis niños: vendrán dos elementos que alguna vez vistieron la camiseta rojiblanca y se fueron por no rendir lo que se esperaba de ellos.

¿Quieren pistas? Ambos juegan este momento en Primera División (ya es ganancia), y de momento también visten de rojiblanco. Uno es medio y el otro, defensa. ¿Ya adivinaron?

Anoten a Xavi Báez y a Mario de Luna -ambos del Necaxa- como refuerzos para el Guadalajara, ya Gabriel habló con ellos y les informó que los quería de regreso en la cantera que los vio nacer.

El pase de De Luna pertenece a las Chivas, mientras que con Báez habría que hacer una operación de préstamo con el Cruz Azul, dueño de sus derecho federativos desde 2013.

A estos dos habrá que agregarles a Miguel Ponce, quien también viene de retache tras jugar para el Necaxa.

Bueno, algo es algo.

 
 
Proyección
 
 
Con la llegada de Ricardo Peláez a la dirección deportiva, el Cruz Azul va en serio con los refuerzos.

Su radar llegó a Guadalajara y, además del goleador del Atlas, Milton Caraglio, se llevó al lateral derecho Antonio Sánchez.

El chavo, de 19 años, debutó en el Clausura 2017 con los Leones Negros y en el torneo recién concluido jugó las Semifinales y la Final; incluso metió gol en la Liguilla.

Uno de los objetivos de la UdeG era darle proyección a sus canteranos y parece que lo van logrando pues podrían vender a uno de sus jugadores a uno de los grandes de la Liga MX.

A ver si con esa venta caen algunos refuerzos a la manada... digo, bien le caería uno al plantel de Jorge "Vikingo" Dávalos.

Por lo pronto, ahí la llevan con los canteranos.

 
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