Partamos de algo: el rival no fue parámetro. Difícil establecer un análisis certero. Entre las carencias futbolísticas y su escasa preparación física de acuerdo a las condiciones de la sede, la Selección caribeña no existió y no exigió. Los trinitarios estaban exhaustos desde el minuto treinta del primer tiempo.
Con tan pocos días de trabajo el análisis no puede ir sólo por la ruta de lo colectivo. Si acaso, aplaudir que persistió la idea de juego de Martino. La estructura táctica favorita del estratega, el 4-3-3, se mantuvo como se ha mantenido desde el día uno. Está claro que Martino pretende que se homologue el parado cual sea la categoría de la Selección en turno. Que todas jueguen igual o que al menos intenten jugar a lo mismo.
En el terreno de lo individual es donde más rasgos positivos se pueden encontrar. Hay jugadores que de este combinado "clase C", por llamarlo de alguna manera, están para jugar un peldaño más arriba. Que pueden competir con los Orbelín Pineda, con los Roberto Alvarado, con los Uriel Antuna, con los Alexis Vega.
También quedó demostrado que otros como Yrizar o Mozo, a pesar de que tienen buenas hechuras, tendrán que madurar más en sus respectivos clubes.
El más sobresaliente: Jesús Ricardo Angulo. El sinaloense con apenas 45 minutos disputados, se ha ganado un lugar en el proyecto de Gerardo Martino. La claridad con la que juega es asombrosa. Hace ver fácil lo difícil. Conduce bien, es ligero en los avances y preciso al momento de repartir. Lució por izquierda y también a perfil cambiado. Se notó demasiado su ausencia en el complemento. Sin él, México no volvió a ser el mismo. En el segundo tiempo faltaron las ideas y los recorridos que Angulo supo establecer desde el minuto uno.
José Juan Macías es otro a quien debemos reconocerle. Sería injusto señalarlo como un atacante con gol y contundencia. El jugador de León, reúne muchas más condiciones que lo hacen un futbolista completo. Sabe moverse, sabe dónde colocarse y cómo desmarcarse. Tiene conducción, es elegante, fino y de buenas capacidades técnicas. No por nada gente del Betis fue a verlo. Con 20 años recién cumplidos, es Macías el mexicano más próximo para emigrar a Europa.
José Iván Rodríguez es otro que también estará en la órbita de Martino. El seleccionador es un tipo leal. Al mediocampista del León le tenía un lugar para la Copa Oro pero una lesión provocó su baja. Ahora que ha reaparecido en el torneo, volvió a darle oportunidad. Elemento sobrio, de bajo perfil, buen lector del juego, paciente y cerebral. Inyecta confianza al medio campo en la recuperación.
Más allá del resultado y del rival, da gusto saber que hay elementos que pueden hacer despertar a muchos supuestos intocables que, desde hace rato, en la hamaca se han quedado dormidos.
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