Tom Brady es mariscal de campo más ganador de la historia, y aun cuando tendrá 43 años de edad para cuando inicie la próxima campaña, su sola presencia en el terreno de juego le daría a cualquier equipo la etiqueta de contendiente.
Es por ello que la decisión que tome el egresado de Michigan en las próximas semanas, tendrá una larga lista de repercusiones tanto en Foxborough como en el resto de la NFL.
Sigo pensando que la mejor opción de Brady para ganar un séptimo título es llegar a un acuerdo con los Patriotas. Y estoy convencido de que Nueva Inglaterra no encontrará, en el corto plazo, una alternativa más atractiva que renovar el contrato del más grande símbolo en la historia de la franquicia. Por lo tanto, estoy seguro de que antes de salir al mercado, Brady tendrá una conversación cara a cara con Bill Belichick para buscar llegar a un acuerdo. Sin embargo, la posibilidad de que renueve con los Patriotas antes de escuchar otras ofertas, es muy reducida.
Así las cosas, los equipos que han manifestado interés en contratar a Brady tendrán que tomar riesgos con posibles consecuencias nocivas para su futuro inmediato. De entrada, Cargadores, Raiders, Bucaneros y Titanes, son cuatro escuadras que aparentemente buscarán convencer a Brady de jugar para ellos, y para conseguirlo, necesariamente tienen que mandar los mensajes adecuados y evitar negociaciones con otros agentes libres.
Los Ángeles ya le dio las gracias a Philip Rivers y Tampa Bay parece no tener interés en mantener a Jameis Winston como titular, por lo que de fracasar en su intento por firmar a Brady, estarían en una situación comprometida.
El equipo de Las Vegas aun cuenta con Derek Carr mientras que Tennessee podría renovar a Ryan Tannehill, pero ambas decisiones no parecen ser las predilectas de Jon Gruden y Mike Vrabel.
Por otra parte, es muy probable que los propios Patriotas también tengan que tomar riesgos desconocidos para la organización durante los últimos 20 años. Y es que si apuestan a un eventual regreso de Brady y evitan entrar en contacto con otros agentes libres para mostrarle fidelidad, podrían perder la oportunidad de encontrar a un sustituto en caso de que la decisión de Brady no les favorezca.
Así las cosas, hay varios equipos que podrían verse drásticamente afectados por la decisión de Brady y los tiempos en que esta se presente. De igual manera, un buen número de mariscales de campo que hoy son agentes libres, puedan verse obligados a aceptar ofertas menos atractivas en el plazo inmediato, o bien, arriesgarse a esperar lo que suceda con el mercado una vez que Brady firme un nuevo contrato.
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