Esta tarde en Filadelfia, Vaqueros y Águilas se miden en un duelo que muy probablemente determinará al campeón de la División Este de la Conferencia Nacional. Si el equipo de Jason Garrett sale con la victoria, habrá amarrado el título divisional, mientras que para la escuadra dirigida por Doug Pederson es necesario ganar tanto hoy como el próximo domingo ante Gigantes para meterse a los Playoffs.
Está claro que, al menos hasta el día de hoy, el rendimiento de ambas organizaciones ha dejado mucho que desear. Dallas no pudo vencer a ningún rival con marca ganadora sino hasta el duelo del domingo anterior ante los Carneros, mientras que Filadelfia ha sufrido todo el año por la ausencia de algunos jugadores clave y por la inconsistencia de Carson Wentz. Aún así, gracias al sistema de competencia y al lamentable nivel del resto de sus rivales divisionales, ambos equipos controlan su destino y podrían no solamente clasificar a la postemporada, sino que también tendrían derecho a recibir en su estadio a uno de los dos comodines de la Conferencia Nacional. Es por ello que el partido de este día reviste una importancia mayúscula.
Sin embargo, hay quienes argumentan que pase lo que pase esta tarde, la presente temporada terminará como un rotundo fracaso para ambos equipos. Y es que el resto de las escuadras clasificadas a la postemporada parecen tener un nivel muy superior a Dallas y a Filadelfia, y pensar en que alguno de estos dos cuadros pudieran llegar lejos y pelear por el título se antoja realmente complicado. Es más, hay incluso algunos fanáticos, especialmente de los Vaqueros, que piensan que sería mejor perder esta tarde ante su acérrimo rival para precipitar el final de la era de Jason Garrett y abrirle las puertas al inicio de un nuevo proyecto.
Desde mi perspectiva, en los Playoffs no hay enemigo pequeño, y más si este llega enrachado y jugando bien. Dallas tuvo su mejor actuación ante los Carneros en la semana 15, y una victoria de visita en el Lincoln Financial, los convertiría en un equipo peligroso que jugando en casa, podría ser un hueso muy duro de roer para cualquiera. Algo similar podría ocurrir con Filadelfia, que en caso de avanzar llegaría a los Playoffs con cuatro victorias al hilo, de la mano de un entrenador en jefe que ya ganó un Super Bowl.
Las críticas que hasta hoy ha recibido el nivel de la División Este de la Conferencia Nacional son absolutamente justificadas, pero yo no me adelantaría a descartar que quién resulte ganador del enfrentamiento de esta tarde entre Vaqueros y Águilas, pudiera echarle a perder los planes a algún "peso completo" que tenga que visitarlos en la semana de comodines.
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