Los Bills han conseguido clasificarse a los Playoffs por segunda vez en las últimas tres campañas, y con dos partidos por disputar, han acumulado diez victorias por primera ocasión desde 1999. Es evidente que el proyecto que encabeza Sean McDermott va por muy buen camino, y no dudo que Búfalo vaya a ser un rival de mucho cuidado en la postemporada. Sin embargo, más allá de lo anterior, me parece que será muy difícil que esta escuadra aspire a representar a la Conferencia Americana en el Super Bowl.
De entrada, habría que señalar que de los 10 triunfos que los Bills han conseguido hasta ahora, solamente dos han sido contra escuadras que hoy tienen marca ganadora, Titanes y Acereros. También vencieron a Dallas, pero hoy en día, el equipo de Jason Garrett, tiene marca de 7-7. Por otra parte, sufrieron derrotas ante Cleveland y Filadelfia, dos equipos mediocres que no jugarán en Playoffs. Finalmente, es prácticamente imposible que consigan arrebatarle a Nueva Inglaterra el título divisional. Para que eso suceda tendrían que vencer a los Patriotas en Foxboro el próximo sábado y a los Jets en casa en la Semana 17. Además, la escuadra de Bill Belichick tendría que perder ante Miami en el último duelo del calendario regular.
Es por ello que todo parece indicar que Búfalo entrará como equipo comodín y con el lugar 5 en la siembra a la postemporada. Esto podría obligarlos a verse las caras, jugando fuera de casa, ante equipos comandados por DeShaun Watson, Patrick Mahomes y Lamar Jackson en semanas consecutivas. Y no es que los Texanos, los Jefes y los Cuervos sean invencibles, pero me parece que se trata de un reto formidable para cualquiera, y más para una escuadra que aún plagada de talento, está todavía en etapa de formación.
Soñar no cuesta nada, y la sufrida y leal fanaticada de esta organización se merece ilusionarse después de tantos años de fracasos.
Pero aun cuando es evidente que la gestión del matrimonio Pegula con Brandon Beane como gerente general va por la ruta adecuada, estoy convencido de que la espera para volver a disputar un título se prolongará cuando menos un año más.
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