Desde que los Browns les pasaron por encima en la Semana 4, los Cuervos han conseguido 11 victorias en fila y se han convertido en el favorito para ganar la edición LIV del Super Bowl. El pasado domingo vengaron aquel descalabro de finales de septiembre ante Cleveland, y amarraron la mejor marca de la Conferencia Americana, con lo que no volverán a disputar un partido trascendente sino hasta el segundo fin de semana de enero.

En principio, esta parece ser una magnífica noticia para el equipo de John Harbaugh. De entrada, podrán darle descanso a buena parte de sus titulares en el duelo de la Semana 17 contra Pittsburgh, en el que los Acereros se estarán jugando la vida. Y no es que Baltimore no tenga incentivos suficientes para ganar y de paso eliminar a su archirrival, pero es mucho más importante evitar una lesión en alguno de sus jugadores clave ante un oponente que saldrá dispuesto a todo. Por otro lado, hay muchos jugadores que querrán aprovechar este largo período de inactividad para recuperarse de alguna molestia física y estar al 100% cuando se jueguen los Playoffs divisionales.

Nueva Inglaterra, Kansas City, Houston y hasta los Bills, son rivales con experiencia y calidad, pero con lo sucedido hasta ahora en la campaña regular, no parecen tener elementos suficientes como para salir con vida del M&T Bank Stadium. Es así que el mayor reto de John Harbaugh y sus colaboradores en las próximas semanas podría ser mantener a su equipo motivado y enfocado, una vez que serán la única escuadra que acumulará tres semanas sin jugar un duelo competitivo antes de entrar en acción en la postemporada.

A diferencia de los Cuervos, Patriotas, Jefes y Texanos tendrán que afrontar con seriedad sus duelos de la última semana de la campaña regular para buscar mejorar su posición en la siembra de cara a los Playoffs, y dos de esos tres equipos se verán obligados a jugar en la semana de comodines. Evidentemente, esto incrementa los riesgos en la posible ruta de dichas organizaciones rumbo al Super Bowl, pero al menos les permite mantener el ritmo, algo que en el pasado ha probado ser fundamental cuando se juegan partidos de eliminación directa.

Baltimore ha mostrado ser un equipo con talento, disciplina y madurez. John Harbaugh ya sabe lo que es ganar un Super Bowl, y no dudo que a pesar del largo período de espera, sabrá mantener a sus jugadores concentrados en el objetivo último de la presente campaña. Aún así, será muy interesante seguir de cerca el efecto que esta pausa tendrá en un equipo que al menos hasta hoy, luce simplemente invencible.

 
Twitter: @JosePabloCoello