La salida de Ricardo La Volpe a falta de solo una jornada para finalizar el Apertura 2019 sorprende mucho (pese al 4-0 recibido en León), como también llamó la atención que su directiva decidiera sostenerle tras las primeras cinco jornadas, en las que consiguió solamente un punto. Pero es La Volpe y lo que le rodea casi siempre sorprende.
"El Bigotón" es uno de esos personajes dentro del futbol mexicano que uno desea su vigencia perpetua. Con Ricardo siempre hay algo que escuchar (aunque la mayoría de las veces basado en lo mismo), siempre hay algo que ver (aunque sean los mismos gestos), siempre hay algo que aprender (aunque sean las mismas lecciones) y siempre hay algo que esperar (aunque no necesariamente dirigido a la autocrítica). Lo que realmente sorprende es el impacto que cada una de sus reacciones tiene en el medio futbolístico, una y otra vez. Y sin embargo, año tras año, equipo tras equipo, continuamos fascinados con su presencia en la banca.
La Volpe es la enseñanza antididáctica, la explicación incongruente, la ausencia de carisma que inevitablemente atrae pero, a la vez, el personaje ideal para identificarse dentro de una conversación. Todo aquel que le conoce tiene no una, sino decenas de anécdotas que, sin excepción, impresionan al interlocutor.
No sé qué tanto valga la pena escribir sobre su más reciente experiencia en la dirección técnica y sobre este Toluca nunca más alejado del estilo de La Volpe. Poco, muy poco para resaltar en estos 17 partidos, tras una muy agradable reacción durante los encuentros dirigidos en el Clausura 2019 (una sola derrota en ocho juegos). Ahí queda Adrián Mora, un excelente defensa central de 22 años que increíblemente Toluca debió comprar a Tigres, tras dejarle ir sin contrato un mes antes, pero que solamente alineó seis partidos durante el presente torneo. Ahí queda también Alan Medina, un muy prometedor volante que recibió todo el apoyo del argentino, pero quien sufrió una grave lesión durante una concentración de Selección Nacional Sub 22... y ahí queda también Kevin Castañeda, aquel chico de 20 años que, con su golazo de último segundo, salvó a Toluca del ridículo en Veracruz durante la Jornada 12.
Se nos va una vez más el autor de la respuesta a la pregunta que no se hizo, el de la justificación ante la evidencia y el de la modificación a la realidad. Claro que extrañamos todo eso cada vez que La Volpe queda sin equipo. Porque personajes como Ricardo hay muy pocos en el futbol mexicano. Su desempleo deja un hueco difícil de llenar, no sólo para el periodismo, sino también para el aficionado, para el hincha rival, para el historiador, para la Liga, para el equipo contrario y, por supuesto, para el futbolista mismo.
La Volpe tiene ese extraño don de causar envidia en quienes no fueron o han sido dirigidos por él, aunque la experiencia de muchos haya sido hiriente. Y es que al final de cuentas uno bien sabe que con él se aprende, a veces con dolor y a veces con heridas, pero se aprende... a veces a imitar sus costumbres y a veces a evitarlas, pero el aprendizaje también se trata de eso.
La Volpe ha salido de Toluca con un balance poco favorable. A punto estuvo de clasificar el torneo anterior, pero en este no tuvo mejor posición que el decimocuarto puesto. Yo no sé usted, pero por mí que La Volpe regrese a dirigir cuanto antes, porque personajes como él son muy escasos y necesarios en el futbol mexicano.
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