Extravagante, estrafalario y estrambótico. Distinto, genio y loco. Rebelde, retador y valiente. Alan Pulido ha sido eso y mucho más a sus 28 años.
Aún con una tercera parte de su trayectoria por delante, el ahora futbolista del Sporting de Kansas City, podría escribir su libro autobiográfico mientras espera el avión que lo lleve a los Estados Unidos. Estoy seguro que ya sabría cuál sería la portada, el epígrafe, el prólogo y el cuerpo de la obra.
En la cubierta, en alta resolución, la estampa de Pulido con la camiseta de Chivas al momento de su peculiar cobro de tiro penal.
Y en la contraportada, la copia del contrato con Tigres y el fallo del TAS que desató aquella novelesca pugna legal provocando que Pulido emigrara a las tierras de Sócrates y Platón.
La biografía autorizada tendría éxito.
Pero la no autorizada también. Esa que incluiría los escándalos en los que se ha visto envuelto. Esa que relataría en algunos capítulos, las noches donde declaraba su amor en programas de televisión o las batallas que debió ganar para obtener su libertad (en todos sentidos).
Alan toma una decisión inteligente. Ya no estaba contento con el entorno de Chivas. Se va ahora que puede hacerlo y se marcha con la frente en alto. Que el negocio no le resultó al equipo, no es problema suyo. Que no recuperaron ni la mitad de lo que invirtieron en él, tampoco es algo que le quite el sueño. Le dice adiós al Guadalajara habiéndolo ganado todo y además, con etiqueta de campeón goleador.
Llegará a un futbol de menor exigencia y a un equipo que tiene la vara casi en el suelo. Siendo Sporting de Kansas City la cuarta peor escuadra en la última campaña en la MLS, Pulido tiene camino pavimentado. Cualquier gambeta sabrá a gol y todo gol, a título.
Nadie le perseguirá, no habrá reflectores tras él ni portadas que le hagan sulfurar.
Tomando la I -70, a escasas 22.8 millas, podrá llegar a la otra Kansas, al estado vecino, a la Kansas City, Missouri, para disfrutar de la calidad de Patrick Mahomes. Y si llegara a aburrirse, Pulido también tendrá a 24 minutos de su nueva sede, béisbol de las Grandes Ligas con los Royals y sus rivalidades históricas ante St. Louis Cardinals y Oakland Athletics.
Con cuatro millones de dólares anuales, sin duda podrá conseguir los mejores lugares en los estadios Arrowhead y Kauffman.
Quien piense que el hecho de partir a la MLS será un retroceso porque perderá presencia pensando en Selección, la realidad es que Martino jamás lo consideró.
Por lo pronto, Pulido dejará páginas en blanco mientras el destino argumenta el desenlace de su obra. ¿Final feliz? ¿amargo o... inesperado? Nadie sabe.
Si acaso el epílogo ya se podría adelantar: El futbolista que hizo lo que quiso, que jugó donde quiso y al que nunca le importó todo lo que de él se dijo.
Twitter: @CARLOSLGUERRERO |