Anda sensible
 
Se acerca la fecha del corte, la guillotina, la tijera, la podadora obligada en el Tricolor. Tienen que bajar de 27 a 23 el grupo de pateabalones que viajará a Dinamarca y en el seno de la Selección hay alguien que sufre.

No, no es Giovani dos Santos, porque él sabe que irá, aunque no traiga el futbol de antaño.

Tampoco es Diego Reyes, porque, aunque siga tocado, también es de los consentidos del entrenador y no se aventaría a dejar fuera a un europeo.

Mucho menos es Oribe Peralta, quien a pesar de que vive una sequía de goles alarmante, tampoco se atreverán a dejarlo fuera.

Ni Hugo Ayala ni Oswaldo Alanis ni Jurgen Damm ni Edson Álvarez ni Erick Gutiérrez, porque en realidad ellos, más que sufrir, andan nerviosos.

Quien está sufriendo, mis filosos lectores, es justamente Juan Cambios Osorio. Así como lo leen.

Aunado a que el colombiano es demasiado sensible y le toma cariño a sus dirigidos, le ha confesado a su gente cercana que no la está pasando bien, porque le será muy duro enfrentar a cada uno de los cuatro a quienes dejará fuera del Mundial.

Osorio nunca antes ha vivido algo así. Se estrenará como seleccionador villano que corta el sueño mundialista de unos cuantos antes de subir al avión.

Su plan es explicarle a cada uno, mirándolos a los ojos, las razones del porqué dejarlos fuera.

Quizá haya lágrimas y palabras de aliento, pero el colombiano ya se prepara para lo que será algo nuevo también para él.

 
 
Logística
 
Y todos se preguntarán: ¿En qué momento Osorio anunciará a los cortados?

El plan del colombiano es que todos estén concentrados en el juego de despedida del sábado, contra Escocia, en el Estadio Azteca.

Los dejará disfrutar del marco, si ganan, claro está, aunque con la falta de gol que se cargan, ya mejor no pronostiquemos.

También les permitirá emocionarse con sus familias en la tribuna, gozar con la gente y después que venga el momento de la verdad.

En la cena, en el CAR, en la que será la última convivencia como grupo, llamará a los cuatro que serán cortados, les dirá la decisión, las razones de la misma y expresará su agradecimiento por el apoyo a los 23 que siguen adelante.

Osorio no ha decidido si hacerlo delante de todos o llamar a cada uno a una habitación para darles la noticia de manera individual.

Para la mañana del domingo, los jugadores tendrán libre el día para estar con sus familias y luego volver por la noche, salir al aeropuerto y volar a Copenague, la escala previa antes del destino final: Moscú.

¿Quiénes serán los cortados?

Esa es otra que muchos se preguntan.

 
 
El toro por los cuernos
 
Vaya revuelo se armó con la noticia de que Carlos Peña ingresó a una clínica de rehabilitación para superar su problema con la bebida y el dueño del centro especializado confirmó la noticia, resaltando que ahora sí el "Gullit" iba a agarrar el toro por los cuernos... digo, esperemos que ahora sí le caiga el veinte, caray.

El martes, los rumores del ingreso del volante comenzaron a sonar las redes sociales, en las que también se decía que el lugar al que se metió tiene como dueño a Julio César Chávez, el célebre ex boxeador.

La cuestión aquí es que el mismo "Gran Campeón Mexicano" comunicó el ingreso de Peña a su clínica de Culiacán, secreto que no le costó nada soltar por medio de Twitter, a diferencia de cuando su hijo entró a esa misma clínica de rehabilitación.

Hay que recordar que en el inicio de este año, Julio César Chávez Jr., también se dio una pasada por ahí para superar otras adicciones, secreto que entonces su padre guardó a piedra y lodo, ya que en esa ocasión no le dio una bienvenida.

Lástima que "Gullit" sólo es amigo y cliente de Chávez, y no su hijo mayor.

 
 
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