Hace muchos años que la "temporada baja" de la NFL no presentaba una lista tan nutrida de mariscales de campo experimentados y ganadores con un destino incierto de cara a la próxima campaña.
Tom Brady y Drew Brees son dos de los mejores de la historia en su posición, y hasta el día de hoy, no han definido su futuro.
Y, aunque a su carrera le faltan los títulos y las marcas de sus colegas, Philip Rivers es otro jugador estelar que apenas ayer anunció que no jugará más con los Cargadores.
Tom Brady está ante la posibilidad de convertirse en agente libre por primera vez en su carrera.
Los Patriotas, que siempre habían renegociado con Brady con anticipación suficiente, no quisieron ofrecerle un contrato por más de una campaña el año anterior, y esta postura podría costarles muy caro.
Y es que Bill Belichick no parece tener una alternativa mejor que Brady en el corto plazo, y ahora que el resto de los equipos tenga la posibilidad de acercarse al egresado de Michigan, su precio, sin duda se elevará.
En pocas palabras, Nueva Inglaterra tendrá que pagar un precio elevado para evitar que Brady termine su carrera jugando para otra franquicia, ya que el poseedor de seis anillos de Super Bowl, no parece estar dispuesto a volver a dejar dinero en la mesa.
El caso de Drew Brees es distinto. El veterano de 40 años ha declarado que quiere retirarse como jugador de los Santos, sin embargo, la estructura de su contrato y la necesidad de mantener un equipo competitivo, impide que Nueva Orleans pueda ofrecerle un sueldo competitivo.
Si Brady es un deportista querido en Boston, Brees es simplemente el atleta más influyente en la historia de la ciudad.
La directiva está ante un gran dilema y creo que la única forma en la que podrían retener a Brees y aspirar a jugar en Playoffs, es convencer al mariscal de campo de jugar a cambio de un sueldo muy por debajo de lo que el mercado estaría dispuesto a pagarle.
Finalmente, Philip Rivers afrontará una situación complicada.
Su equipo de toda la vida decidió darle las gracias, y con 38 años a cuestas, buscará que alguien apueste por él en la agencia libre.
Es bien sabido que Rivers carece de movilidad, por lo que sus opciones para contratarse se reducen a dos o tres escuadras con esquemas ofensivos que puedan funcionar con un mariscal de campo con esas características.
A diferencia de Brees y Brady, todo hace suponer que Rivers tendrá que aceptar un contrato con poco dinero garantizado y muchos incentivos, además de que será complicado que alguien le garantice la titularidad.
Lo que es un hecho es que algún día Brady, Brees y Rivers se reunirán en el Salón de la Fama y antes de llegar a Canton, parece que los tres están empeñados en enriquecer su legado.
¿Tendrán todavía el nivel para competir con la élite de la NFL o tendrían que aprovechar esta coyuntura para decir adiós?
Twitter: @JosePabloCoello |