La sorpresiva partida de una indiscutible leyenda del deporte mundial como Kobe Bryant, a unos días de la presentación del "Chicharito" en Los Ángeles, abre en automático la puerta reflexiva, hacia lo relativo que es el termino leyenda.
Parece que por momentos, Javier Hernández se rige bajo la filosofía de "its not bragging if its true", o sea que no cuenta como presunción si lo que se dice es cierto. Bandera que tal vez le sirva para dirigirse en alguna fraternidad universitaria o motivarse entre su círculo, pero en el mundo real, se necesita mucho más que tener la razón para autonombrarse leyenda.
Todos sabemos que el tiempo arrojará a Javier Hernández Balcázar como una leyenda del futbol mexicano, es el máximo goleador de nuestra Selección Nacional y sus máximos perseguidores activos son Andrés Guardado y Raúl Jiménez, a quienes claramente no les alcanzará el tiempo para superarlo. Esto quiere decir que hay "Chicharecord" para rato.
Pero esto es algo que el tiempo tendría que decidir, desafortunadamente somo millennials y batallamos con cualquier tipo de proceso, especialmente cuando se trata del proceso para ganar reconocimiento. Entre sus medallas por esfuerzo y la gratificación instantánea de las redes sociales, acabaron con esa parte de nosotros.
La generación Milleniall, a la que pertenecemos el "Chichadios" y su servidor, tiene la complejidad de haber crecido en la transición del internet. Esto quiere decir que somos la única generación que alcanzó a vivir con cierta conciencia el mundo sin internet, pero al mismo tiempo contábamos con la edad indicada para desarrollar las habilidades del nuevo mundo.
Al final de cuentas todas las generaciones son definidas por las etapas que vive nuestro mundo, a unos les tocó la guerra y a nosotros el internet. ¿Qué esperaban?
El jugador actual tendría que saber que en estos tiempos, cada vez es más difícil convertirse en leyenda. Algunos años atrás, hasta las canchas de los barrios tenían la suya o los pueblos su reina, el detalle es que, en un mundo tan conectado como el de ahora, las comparaciones son demasiadas y no suelen favorecernos.
Ahora asociamos el termino leyenda de manera global y cada vez resulta más difícil ligarlo a una figura local. Es tanta la diferencia entre las partes y muchas las maneras para compararlos, que suena aberrante utilizar el mismo termino con futbolistas mexicanos y las grandes estrellas del deporte.
En un mundo globalizado, ya no existen las leyendas locales, solo las globales.
Si Javier Hernández y su "entourage" piensan que se salieron con la suya, me temo que están equivocados. A su muchacho lo provocaron periodísticamente y terminó escupiendo la declaración del año en una conferencia de prensa convencional, en lugar de hacerlo en su reality show.
Twitter: @AldoFariasGzz |