Es difícil encontrarle sentido al naciente torneo como también difícil es hacerle entender al aficionado que los siguientes dos compromisos de la Selección Mexicana son de carácter oficial. Y cómo no va a resultar complejo que lo asimilen si los duelos ante Bermudas y Panamá tienen toda la pinta de moleros.
Pero antes de entrar en polémicas innecesarias respecto al por qué México "se presta", como algunos dirían, para este tipo de certámenes, vale la pena aclarar que es parte de la nueva tendencia de competencia impuesta por FIFA alrededor del mundo. No hay para dónde hacerse ni tampoco existe manera de negarse. Es lo que toca y lo que nos tocó.
Aclarado lo anterior, la responsabilidad de sacarle provecho a los dos cotejos recae directamente en Gerardo Martino. En nadie más. Del seleccionador depende todo para que continúe el proceso de observación de jóvenes que inició desde el reciente duelo amistoso ante Trinidad y Tobago. De los 25 jugadores que conforman la actual convocatoria, repiten 13 en el listado respecto al juego celebrado en Toluca. Hay continuidad.
Martino pretende aprovechar los microciclos, el apoyo de los clubes para llevarlos a cabo y sobre todo, la posibilidad de tener margen de maniobra para seguir probando a menores de 23 años ante rivales de tan poca exigencia.
No hay manera de que algo pueda salir mal. El mes pasado, Panamá cayó en casa ante Bermudas. Imaginen lo que es el torneo.
México es 12 del Ranking FIFA, Panamá 77 y Bermudas 167. ¿Riesgo? Ninguno. Por ello es que Martino se la jugará con jóvenes de la Liga MX, aderezados y cobijados con la presencia de Lozano, Herrera y Corona. Tres llamados que suenan más a "prueba de compromiso" que a otra cosa.
Por el tipo de rivales no era necesario traerlos pero, no olvidemos que por razones poco claras, se bajaron del barco para la pasada Copa Oro y toda vez que hubo reconciliación con Martino y que volvieron a Selección en la pasada gira por Estados Unidos, el estratega desea ver qué tan comprometidos están. Sobre todo Corona y Herrera tras la "segunda oportunidad" que les ha brindado el "Tata".
EL LETARGO DE PUMAS Del Guadalajara puedo entender que es un equipo que intenta jugar pero que una bolsa invisible de presión le asfixia por todos lados. Chivas no está para ocuparse de las formas sino única y exclusivamente del qué. Es decir, de ganar. Y tristemente, como sea.
¿Pero Pumas? Pumas que aún tiene posibilidades reales de estar en zona de Liguilla jugó como si estuviera calificado. Preocupante la displicencia con la que enfrentaron al 17 de la Tabla General.
Si lo exhibido es su fórmula para calificar, mejor que se hagan a un lado y se eviten la pena de ser eliminados en Primera Fase. Caminando, como juegan, imposible que puedan trascender.
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