foto
Una triste Final de Champions
Carlos 'Warrior' Guerrero | 04-06-2019
en CANCHA
compartir por:
Ya no hay nada qué hacer, rezaba el crudo mensaje que leí cuando pregunté sobre Ernesto y su estado de salud que había empeorado meteóricamente en las últimas horas. Así que apagué el televisor y me dirigí al Hospital. El partido continuaba uno a cero. Liverpool lo ganaba con gol de Salah.

Subí las escaleras que conducían a la sala de terapia intensiva con el deseo de que fueran infinitas. No quería toparme con lo que parecía inevitable pero, debía y quería acompañar a mi familia que, aunque política, tiene un lugar muy especial en mi vida.

Apenas deslicé la puerta y una abrumadora sensación me invadió por completo. Angustia e impotencia de ver a Ernesto conectado a una decena de cables y rodeado de monitores cuando tres días antes todavía bromeaba con él. "¿Te traigo enchiladas?" le dije, antes de una primera cirugía.

Pero más triste aún fue ver a mi prima (auténtica fanática del Liverpool) con la histórica camiseta de Steven Gerrard puesta, acariciando la frente de su padre.

A Neto no le gustaba tanto el futbol como a Teté, pero ese amor y complicidad de papá era tan fuerte que entre ellos se hizo una religiosa costumbre, ver cada fin de semana a los Reds.

Teté esperaba con ansiedad que llegara el primero de junio. Me consta. Y cuando por fin el día llegó, llegó en el peor momento. Deseábamos que aquel "Milagro de Estambul" del 2005, dejara de ver hacia las mezquitas y que viajara desde el Estrecho del Bósforo hasta el Hospital para que Ernesto pudiera remontarle a la muerte como lo hizo el Liverpool ante el AC Milan.

Teté pidió que se pusiera la Final de Champions League en el televisor del cuarto. Apenas y podía escucharse la narración. Era todo muy extraño. Tres pantallas médicas registraban los signos vitales de Neto y otra proyectaba el juego donde Tottenham también perdía poco a poco la esperanza.

Entre lágrimas, sigilo, doctores, enfermeras y monitores, cayó el segundo tanto del Liverpool al minuto 87.

"Gol, papá, gol", dijo Teté a Ernesto. "Gol del Liverpool ¡somos campeones!" El querido Tío Neto alcanzó a saberlo. No quería irse sin que su hija tuviera al menos un motivo para esbozar una sonrisa en tan eclipsado día.

Ya en tiempo de reposición, a unos segundos de la consagración del Liverpool frente al Tottenham, la vida no le compensó nada más a Ernesto. Cinco minutos después del gol de Divock Origi, los bip bip del monitor cardiaco mutaron a un agudo sonido; interminable e irreversible...

Mientras los festejos sacudían el graderío en Madrid, la 8 de Gerrard se abalanzó hacía Ernesto. Seguro estoy que Anfield se hubiera conmovido ante la escena que tenía frente a mis ojos.

Buen viaje, querido Ernesto, "You'll Never Walk Alone".

Total, todos habremos de morir algún día, excepto la pelota.

 
Twitter: @CARLOSLGUERRERO
 
 
 
 
 
 
compartir por:
Resumen Noticioso
¿Quieres recibir en tu e-mail la columna editorial de Carlos 'Warrior' Guerrero?
1 mes2 meses3 meses
Ultimas columnas
El papelón de la Sub 20
31-05-2019
A los detractores de Tigres
28-05-2019
El joven Macías ¿Nos ilusionamos?
24-05-2019
Liguilla, en deuda
21-05-2019
Rayados desconectó a Tigres
17-05-2019
Perder bonito. ¿En serio, Cruz azul?
14-05-2019
Un León de película
10-05-2019
Estimado Cruz Azul:
07-05-2019
A Tigres no le interesó
03-05-2019
Conformismo disfrazado
30-04-2019
Asignatura pendiente
26-04-2019
Cuidado con Cruz Azul
23-04-2019
Pep, el PSG, el City y los jeques
19-04-2019
Game of Thrones y el otro juego
16-04-2019
¿El último tren de Tomás?
12-04-2019
Cuando Coyote y Varela
09-04-2019
Pumas, un grande encogido
05-04-2019
El extraño caso Chivas
02-04-2019
Otras columnas
San Cadilla
SAN CADILLA
José Ramón Fernández
Liverpool, campeón de la Champions League
José Pablo Coello
Goodell pega primero
Jorge Robles
Si no lo digo, exploto
Guillermo Oliveros
TRIBUNA ABIERTA