¿Y si Pulido hubiera fallado su pintoresco y exquisito penal? Es cierto, no lo erró. Anotó y colaboró para el magnánimo triunfo de Chivas, pero me pareció un riesgo innecesario que así lo haya cobrado cuando Guadalajara no está para excesos en la cancha ni en la tribuna y mucho menos en el banquillo. No ahora, no con un puesto 13 como etiqueta de presentación.

Aquello fue algo cercano a la obtención de un título. Olés, euforia desmedida y emotivos aplausos para quienes no ganaban en casa desde la Jornada 7. Sí, desde la siete. La verdad no encuentro argumentos suficientes para comprender la celebración en el cierre de una campaña que ha sido lóbrega y alejada de sobresalientes notas.

Entiendo que cortarle la racha a un poderoso León debe ser motivo de satisfacción y más cuando no se vislumbraba un solo oasis en medio de la crisis, pero, siendo sinceros, la anhelada victoria alcanzada - tras cinco derrotas consecutivas - no borra la pesadilla de torneo que ha tenido Chivas.

Llenar el estadio fue un detalle no menor. Eso se reconoce. Sin embargo, mostrar algo de insatisfacción por la campaña no los hará malos aficionados. Con tanta algarabía distorsionaron todo. Hicieron creer a los jugadores que podían marcharse con la frente en alto, satisfechos y sonrientes como si hubieran ganado un título cuando ni a Liguilla lograron entrar.

Tanta reverencia por una victoria puede deformar el mensaje de apoyo incondicional.

Los jugadores se marchan confundidos al vestidor pensando que han cumplido. Se sienten llenos y plenos, alabados y vanagloriados cuando la realidad revela que tienen una enorme deuda.

Festejarle en "las malas" a un grande e histórico como Chivas, genera más daño que beneficio en esa delgada línea donde el conformismo puede ganarle terreno a la tímida exigencia que apenas y se asoma.

La sobreprotección no siempre es la mejor ruta hacia la excelencia.

 
 
EL FRACASO PUMA
 
 
Pumas en todo el torneo nunca pudo estar en zona de Liguilla. Su momento más alto en la tabla se registró en la lejana Jornada 7 cuando alcanzaron el puesto 11 de la clasificación tras vencer al América. Nunca logró ubicarse entre los primeros 10.

Un par de fechas se adueñó del sitio 12 y el resto del campeonato deambuló entre los lugares decimosexto y decimocuarto, donde vivió durante dos y cuatro jornadas, respectivamente.

La corta inercia positiva que tuvieron con el cambio en el timón no alcanzó para consolidar el proyecto.

Será necesario que Pumas replantee sin gritos y aspavientos qué desea recuperar. ¿Grandeza? ¿Cantera? ¿Una buena base de mexicanos? O apostar por mejorar la importación a falta de talento en casa.

Fundamental que redefina qué es, qué quiere ser y hacia dónde desea ir de acuerdo a presupuesto e historia.

 
Twitter: @CARLOSLGUERRERO