Sí, esta pausa que ha tenido el deporte ha servido para "resolver" las dudas históricas de nuestro futbol mexicano.

Hace unos días, el colega Rafael Puente publicó una fotografía donde aprecian Cardozo, Reynoso, Cabinho y Gignac.

A la imagen le acompañaba la pregunta, ¿a cuál elegirían?, y como en la mayoría de estos ejercicios digitales, la parte interesante está en la opinión de los aficionados, o sea, que la "carnita" está en los comentarios.

Los más destacados eran los que se hacían los ofendidos por el simple hecho de colocar al francés en la misma imagen con estas leyendas, como si Gignac no tuviera méritos para ser considerado entre los mejores de la historia.

Pero los peores eran esos que arremetían contra quien eligiera a la estrella europea por encima de Cabinho, Cardozo o Reynoso, como si a los aficionados de Tigres no les sobraran argumentos para defender a su ídolo, o como si los aficionados de otros equipos no tuvieras suficientes razones para reconocer la jerarquía de André-Pierre Gignac.

No estoy diciendo que Gignac sea el mejor de la historia, nooo, para nada; de hecho, estoy convencido que José Saturnino Cardozo es el mejor futbolista en la historia de México, eso sin duda.

Lo que sí me parece justo, es que al galo se le considere en la conversación para ser el GOAT, y sobre todo, que los aficionados y periodistas que lo consideren el número uno reciban el respeto que su punto de vista merece.

Gignac nos está demostrando que es a prueba de tiempo, y a prueba de tiempo son los mejores: Roger Federer, Floyd Mayweather, Tom Brady, Lebrón James, Cristiano Ronaldo, todos son a prueba de tiempo y -guardando toda proporción, a nivel Liga MX- Gignac es a prueba de tiempo.

A sus 34 años lleva ocho goles en 10 partidos, los mismos que el joven Leo Fernández (pausa comercial para imaginar lo que será la delantera de Tigres con este par), y sólo a uno de Jonathan Rodríguez, el líder goleador del torneo.

La excelencia no se logra sólo con talento, tampoco sólo con trabajo, es la combinación de ambas en el tiempo y el lugar correcto lo que la consigue.

Gignac llegó a Nuevo León y a Tigres, el lugar correcto, asumió este reto a los 29 años y en el momento de mayor abundancia del club y el tiempo correcto. Por último, su talento es innegable, y trabaja más que la mayoría.

En alguna ocasión compartí en mi cuenta de Twitter que una contratación como la de Gignac marca un antes y un después en el balompié nacional, y como era de esperarse, recibí múltiples mentadas de madre.

Después de algunos años no me arrepiento de haberlo expresado: el fichaje de APG cambió la manera de contratar en la Liga, es uno de los mejores jugadores en la historia y uno de los principales estandartes de la descentralización del futbol mexicano.

 
Twitter: @AldoFariasGzz