Nos hemos acostumbrado a que la figura de la Liga MX sea André-Pierre Gignac, de vez en cuando salta alguno de Rayados, América o Cruz Azul, pero en este torneo la sensación de nuestro futbol juega en Toluca y se llama Leo Fernández.

La opinión pública a nivel nacional está sorprendido con el charrúa, y específicamente en la capital mexiquense están fascinados con sus actuaciones.

No es para menos, Fernández, con ocho goles y dos asistencias, ha participado directamente cada 80.5 minutos en algún gol de su equipo.

Si tuviéramos que dar el premio al MVP como en EUA, Leo Fernández sería un serio candidato, ¿o qué otro equipo de la Liga depende tanto de un jugador como el Toluca de Leo?

Alguien tiene que decirlo: desde los tiempos de José Saturnino Cardozo, Vicente Sánchez, Sinha, Cristante y compañía, no se veía al aficionado del Toluca tan "enamorado" por un futbolista. Para su mala fortuna, Tigres se los arrebatará en julio o diciembre, haciendo validos sus derechos sobre el jugador.

Tigres está haciendo un negocio redondo con Leonardo Fernández, lo adquirieron por 800 mil dólares cuando militaba en el Fénix y está cerca de convertirse en la nueva figura de la institución.

Miguel Ángel Garza demostró, una vez más, su ojo clínico para negociar. Se le adelantó a los grandes de Sudamérica y a otros equipos europeos, al sellar a este jugador con una cláusula de rescisión, que se dice ronda los 15 millones de dólares.

En San Nicolás la intención es clara: juntar a Leo Fernández con André-Pierre Gignac y hacer el proceso de transición, "de socio a ídolo", de hecho hasta cuarto compartieron en la pretemporada anterior.

Es evidente que el uruguayo está llamado a ser el nuevo ídolo y nuevo "10" de Tigres, cuando el francés decida dejar su trono.

Por lo pronto, los incomparables ven por la televisión cada siete días los partidos del Toluca y se imaginan lo que puede llegar a lograr la dupla Fernández-Gignac. Mientras que el aficionado de Rayados, América, Cruz Azul, Chivas y Pumas observa con recelo y temor los estragos que puede ocasionar este "chaparro" jugando para el equipo de la década.

Imaginemos al arsenal ofensivo que sería Tigres con la contundencia de Gignac en el centro del ataque, la creatividad Leonardo Fernández de enganche, más la potencia de Julián Quiñones y la habilidad de Luis Quiñones.

Sin duda, refrescaría un ataque que ha perdido poder en los últimos calendarios.

Por años, Tigres ha buscado ese compañero ideal de Gignac, que tenía con Sobis, han probado con Sosa, Vargas, Valencia y ninguno ha convencido. Todo indica que con Leo no solo tienen al socio, sino al heredero del trono tigre.

Twitter: @AldoFariasGzz