Lionel Messi fue reconocido como el mejor jugador del año futbolístico 2018-2019.
Es decir, que la FIFA "le otorgó" el premio como el mejor ("The Best") a quien ya se sabía que lo es y sigue siéndolo.
Por abrumadora mayoría, el astro se impuso a Virgil van Dijk, un jugadorazo, un defensa central de altos vuelos, pero que en este año futbolístico ni siquiera ha sido el mejor en su equipo, en el Liverpool... aunque alguien lo haya designado el mejor de la Premier League y de Europa entera.
Y el argentino-blaugrana se impuso también, por mayor margen, a Cristiano Ronaldo, quien bajó en ese año su impresionante cuota goleadora y con la Juventus 'sólo' pudo ganar la Liga italiana.
Al igual que Messi, que con el Barsa sólo ganó la Liga española, pero con una sustancial diferencia en cuanto a rendimiento y logros individuales, que son los que principalmente deben considerarse al premiar y reconocer al mejor futbolista.
Messi con su sexto Pichichi, como máximo goleador en Ligas europeas y también en la reciente edición de la Champions League... y siempre aportando en la cancha mucho más que sus cuantiosos goles.
¿Por qué se les reconoce en mucho mayor medida a los jugadores ofensivos y no a los defensores?
Simple y sencillamente, porque en el futbol los mejores juegan de medio campo hacia adelante.
Ni siquiera Fabio Cannavaro, otro grandioso defensor, fue el mejor en aquel 2005-2006, aunque así se le designara para darle variedad al asunto... y porque a Zidane se le ocurrió darle un cabezazo a un adversario en el más importante de los partidos.
Lo cuestionable en este caso es toda la parafernalia que rodea a ese evento, "The Best", con una ceremonia cada vez más parecida a la de los Óscar, cuando no tiene por qué serlo, porque nada tiene que ver el futbol con el cine.
En cambio, lo de Messi es incuestionable, y en realidad solamente en aras de alimentar el negocio del futbol puede entenderse la estéril 'discusión' con respecto al lugar que ocupa entre los actuales futbolistas, cuando el verdadero tema sería cuál ocupa en la historia de este juego, en la que sólo tres pueden compararse con él: Pelé, Johan Cruyff y Diego Armando Maradona. Por no hablar de Alfredo Di Stéfano, a quien no nos tocó ver.
Durante 12 de los 15 años que ha jugado, Lionel Messi ha sido claramente el mejor de todos; como lo fue Pelé desde que irrumpió en el 58 hasta que empezó a brillar Cruyff en el inicio de los setenta, como lo fue Cruyff hasta que apareció Maradona después del 78 y brilló hasta el 93, como lo fue Zidane más o menos de 1995 a 2006, quizá intercalando algunos años con Ronaldinho, quien después gozó un pequeño lapso siendo el mejor del mundo, entre el declive del francés y el surgimiento de Messi.
¿Quién se 'traslapará' con él para acabar con esa inobjetable supremacía?
A ver quién.
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