Dejemos de pensar y de ilusionarnos con aquello de que México podría ser sede de una Copa del Mundo. El hecho de ser parte del Mundial 2026 junto con Estados Unidos y Canadá, no nos da derecho a creer que sin ellos, podríamos entregar y/o hacer algo digno. No nos alcanza para el 2022 ni para el 2026. Así que dejémoslo así, compartido y para dentro de 6 años.
Nos encanta levantar la mano para todo. No tenemos la casa limpia y aún así seguimos creyendo que con una barrida a la banqueta, podemos armar la fiesta cuando no tenemos ni sillas suficientes. Nadie puede negar que somos maravillosos anfitriones pero, de ahí a tener la infraestructura necesaria...
Contamos únicamente con dos estadios de clase mundial. El Akron y el BBVA. Que no nos gane el romanticismo. La historia y lo emblemático no cuenta cuando se trata del presente. El Estadio Azteca por más que haya albergado dos Copas del Mundo, luce deteriorado e inoperante en muchos aspectos. Tantas remodelaciones, tantas cirugías plásticas no le beneficiaron. Llegar ahí es complicado; salir de ahí, una odisea que puede llevar horas.
El Estadio de Ciudad Universitaria por más hermoso que sea, no reuniría ni los requisitos mínimos para ser considerado una sede. La pista de tartán sería uno de los principales problemas. ¿Removerla? ¿quitarla? Imposible para un estadio que es Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Hablar de la organización de una Copa del Mundo no es hablar únicamente de estadios. Si tan sólo ese fuera el problema, se construyen nuevos y punto. Pero FIFA exige que además de los recintos donde ruede la pelota, las ciudades cuenten con suficiente infraestructura deportiva, canchas de entrenamiento, capacidad hotelera, conectividad y aeropuertos.
¿Se han dado una vuelta por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México? Caminar en sus entrañas es una toda una odisea. Estrecho, parchado, en desnivel y con escasa capacidad para soportar la actual afluencia de pasajeros y vuelos.
"Por tráfico aéreo, su vuelo ha sido demorado", la cantaleta diaria y a toda hora.
Insuficiencia de sanitarios, largas filas que topan con las de abordaje, incomodidad total.
No concibo cómo el aeropuerto más grande e importante del País pudiera darle la bienvenida a miles de aficionados de todo el planeta.
Si a México apenas le concedieron 10 partidos para el Mundial del 2026 ¿qué nos hace pensar que podríamos albergar una Copa del Mundo? Ya no estamos en 1986. Los tiempos han cambiado y las pretensiones de FIFA han crecido potencialmente.
Estamos a años luz de aquel 1985 cuando se acuñó la frase "con un bote de pintura se hace el Mundial".
Primero mejoremos nuestro País, nuestra infraestructura, nuestros estadios, nuestra Liga y ya después, soñemos con un tercer Mundial. México 2042. Quizá.
Twitter: @CARLOSLGUERRERO |