Inolvidables del Draft
 
"¡Hola, ¿cómo estás, caramba? ¡Qué gusto verte!".

Este tipo de saludos es típico en el lobby del hotel en el que se lleva a cabo el Draft del futbol mexicano, mejor conocido como Régimen de Transferencias o, últimamente, la Semana del Futbol.

En la mayoría de las ocasiones, la plática sigue: "¿Qué jugadores traes?", pregunta un directivo al representante. Los ojos, entonces, hablan solos, la expresión del negocio en su máximo esplendor.

Luego viene un remate que bien puede servir como salida o una pronta despedida de la charla para, instantes después, aplicar ese mismo discurso con otras personas.

Muchos de quienes se saludan de manera eufórica ya ni siquiera vuelven a cruzar palabra, pero en algunas ocasiones una segunda plática termina en un negocio millonario.

En este evento, que reúne a la "familia del futbol" en un hotel de cinco estrellas, últimamente en Cancún, abundan las risas a carcajadas mientras se realizan negocios en pequeñas salas. Otros llegan con negociaciones armadas.

Hay de todo en un Draft: muchos futbolistas se lamentan, otros gozan la venta de sus pases y algunos más se quejan a las afueras de la sala principal, donde se reúnen los representantes de los clubes.

"Parecemos prostitutas", dijo el año pasado Hebert Alférez, quien se quedó sin equipo y agotó sus posibilidades de acomodarse justo al cierre de las operaciones.

Cara larga y ¿ahora? Esa pregunta se hacen muchos porque después de esas fechas ya no pueden acomodarse en equipos de México.

 
 
CLAUDIO Y EL AMÉRICA
 
Por allá del verano de 1996 el protagonista del Draft fue Claudio Suárez, quien llegó apalabrado para dejar a los Pumas para jugar con el América, en ese entonces dirigido por Ricardo Antonio La Volpe, pero...

De manera sorpresiva, en medio del ajetreo, a Ricardo Ferretti se le ocurrió decirle a la directiva de las Chivas que lo quería como refuerzo. De hecho, era su única petición y ¡tómala!

La Volpe no encontraba la puerta, porque Claudio a final de cuentas firmó con las Chivas, donde jugó por cuatro años y conquistó un título de Liga.

 
 
DE ÚLTIMA HORA
 
En el Régimen de Transferencias -léase con voz de un importante negocio- de 2016, justo cuando las papeletas estaban a punto de cerrarse y por fin todos se iban a la fiesta... ejem... a dormir, el Atlas, bajo la gestión del Grupo Salinas, vendió a último hora el pase de Alfonso González.

La directiva del Monterrey incluso ya se había retirado del Draft, pero de repente una llamada lo cambió todo.

Los Zorros, en ese entonces, dejaron ir a su joya por un poco más de 6 millones de dólares. La explicación de la directiva rojinegra, encabezada por Gustavo Guzmán, fue que buscaba sanear las finanzas del club.

 
 
ALEGRE VELADA
 
En el verano de 1999, en medio de una mesa, tragos y plática relajada, los directivos de los Tigres y el América compartían a placer. De repente lanzaron los regios: "¿Cuánto por Ramón?". "No está en venta", respondieron azulcremas.

La noche fue tomando forma y trago... hasta que llegó el arreglo.

El pase de Ramón Ramírez fue adquirido por los felinos en una cantidad que les sacó los ojos al día siguiente en frío, porque ya se habían comprometido a pagar.

 
 
CONCENTRACIÓN
 
De este tipo de historias y anécdotas, ni Cuauhtémoc Blanco se escapa.

En 1997, los directivos del América aprovecharon que el delantero estaba concentrado con la Selección Mexicana y dijeron: "Para luego es tarde".

Blanco fue negociado con el Necaxa cuando estos equipos pertenecían a Televisa. El de Tepito no tardó en explotar y consideró su movimiento como una falta de respeto.

 
 
EL MÁS CARO
 
La venta del pase de Cesáreo Victorino en 2000, de los Tecos al Monterrey, significó la negociación más cara de ese Draft. Lo curioso fue que, una vez fichado por los norteños, sólo duró unos días como jugador rayado.

"En ese Draft, el Cruz Azul me iba a contratar, pero se metió el Monterrey en la negociación", contó Victorino, quien terminó a final de cuentas terminó siendo jugador de La Máquina, pues en los Rayados alegaron que llegó con una lesión de rodilla.

Esa aventura terminó cuando los celestes se lo prestaron al Pachuca.

 
 
TIBA, HISTÓRICO
 
José Damasceno "Tiba" se convirtió en un jugador histórico al convertirse en el más caro en la historia del Atlante, cuando le pagó 8 millones de dólares a los Pumas por su pase.

La nota se la llevó el brasileño, porque en ese Draft varios equipos pretendían sus servicios, pero a final de cuentas el elegante mediocampista terminó defendiendo la camiseta de los Potros.

 
 
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