| | Cuando la historia no cuenta | | Francisco Javier González | 26-12-2019
en CANCHA
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| | | | Es difícil alejarse de los lugares comunes en la previa de una Final.
Abundan los datos estadísticos interesantes que dan contexto pero no futuro, las declaraciones de ambos bandos implican deseo de victoria y a veces un poco de reto, pero se las suele llevar el viento en cuanto suena el silbatazo inicial.
Escribir a unas horas del partido de ida que se juega esta noche en Monterrey es menos espectacular que la emoción que produce -o debe producir- el enfrentamiento entre dos grandes de la Liga que corrigen sus accidentes de la campaña con el hecho de estar en la antesala del título. No importa que hayan ocupado lugares bajos en la Tabla de los ocho clasificados porque en la serie final hicieron olvidar que uno venía despeñando en las mismas últimas jornadas en las que el otro logró una recuperación casi milagrosa.
Rayados ganó lo que tenía que ganar y perdió el que le tocaba perder en Qatar. Coqueteó con una hazaña impensable y dejó un grato sabor de boca, que permanece durante esta largo aplazamiento para jugar la Final mexicana.
Fue congruente con lo que le tocaba hacer: debajo del europeo y el sudamericano, encima de los demás.
Es cierto que una Final no la gana quien la necesita más, quien la desea más o incluso quien la juega mejor. La gana quien es más efectivo y puede sobreponerse a los topes que siempre tiene un duelo tan trascendente de 180 minutos.
En esto, la estirpe de uno y otro deberían ser decisivas.
América se ha caracterizado por salir de situaciones complicadas y resolverlas. Tiene dos derrotas de cuatro partidos de Liguilla y supo descontarlas cuando visitó a Tigres y recibió a Monarcas.
A Rayados le ha costado trabajo tener esa misma sangre, la de resistir los malos momentos para cerrar bien sus partidos de eliminación directa. Se distrae más que el rival en turno.
Pero quedamos en que el antecedente puede servir para afinar la puntería en las esquinas apuestas y nada más que eso.
Lo más duro en una Final es prepararla, estar listo para los imponderables -una expulsión, la lesión de un hombre clave, un gol recibido a destiempo- la visualización y el entrenamiento de lo factible.
Llega la Final de fin de año con la tarea de cambiar la historia: la gana el sexto lugar de la Tabla por primera vez o la cierra en la Ciudad de México un equipo que pese a haberle arrebatado un título a Cruz Azul en la era de Vucetich y el "Chupete", suele sufrir en la capital.
Pero también el América perdió una Final en el Azteca contra el León antes de que el "Piojo" se volviera mundialista.
Que disfrutemos una gran Final y gane el mejor. Que la espera haya valido la pena y ambos correspondan a lo que son: dos equipos a los que nadie les regaló nada para presentarse en el doble gran escenario.
Twitter: @FJG_TD | | | |
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