Como el dinero no da la felicidad pero si acerca a ella, los dos equipos con mayor nómina en las Semifinales lograron avanzar a la serie en que se definirá el campeón.
Ni Necaxa ni Monarcas lograron ser la cenicienta del cuento por mucho que hayan tenido una campaña exitosa que les dio la oportunidad de crecer.
El curso de lo que deparará su futura historia no puede depender de técnicos inspirados, planteles valerosos y solidarios ni tampoco de lo mostrado durante un solo semestre.
Las instituciones crecen al ritmo de su frecuencia de éxitos y ni necaxistas ni michoacanos han hilvanado los suficientes para regresar al cuadro de honor de la Liga.
Si siguen operando con presupuestos alejados a los estelares, vendiendo con frecuencia lo bueno que les llega gracias a su tino en contrataciones y mantienen sus frecuentes cambios de técnico, lo sucedido este torneo no será más que una atractiva golondrina que no hará verano.
Necaxa estuvo mas cerca de avanzar a la Final, pero ese remate al poste de último minuto lo impidió, pero jugó la vuelta con gran orden y espíritu.
A Morelia se le terminó en Michoacán el empaque que había impresionado y en el Azteca perdió sus dones para terminar cayendo con justicia.
América y Monterrey tuvieron diferentes maneras de llegar a la ansiada Final, pero lo han hecho con merecimientos.
Cuesta trabajo interpretar porqué los Rayados son de repente tan precavidos, y los americanistas tan osados.
Monterrey jugó en Aguascalientes a especular, a defenderse y contragolpear, mientras que las Águilas en Morelia arriesgaron para buscar el gol del empate pese a tener un hombre menos en el campo y recibieron el segundo, pero mantuvieron intacta su filosofía.
La gran Final es atractiva y tendremos que esperar tres semanas para conocer en el Estadio Azteca al nuevo campeón por el sabido Mundial de Clubes al que ya viajó el equipo rayado.
Se especulará sobre lo que es preferible: un equipo cansado y con un largo viaje a cuestas o bien otro con descanso, pero deteniendo su ritmo competitivo durante dos semanas en el punto más culminante del torneo.
El tiempo y la manera en que lo manejen uno y otro equipo lo habrá de determinar. Por lo pronto, las vacaciones futboleras a la vista se ven aplazadas para atender una Final que vale la pena.
Ver enfrentarse en las bancas a Miguel Herrera y al "Turco" Mohamed aporta un ingrediente extra también atractivo: son técnicos de vanguardia en la actualidad del futbol mexicano.
Ambos sufrirán las consecuencias de terminar la campaña 12 días antes del inicio de la siguiente, pero ya lo resolverán.
Tienen primero que pelear una Final que puede ser inolvidable.
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