| | Invitados detrás de la puerta | | Francisco Javier González | 25-11-2019
en CANCHA
|
| | | | Cruz Azul, Chivas y Pumas podrían hacer una fiesta alternativa a la verdadera.
Tendrían con que llenarla porque su presencia se extraña aunque haya sido sumamente merecido que ninguno de los 3 haya recibido boleto para la serie final.
Los 3 empiezan una nueva etapa que marcará su destino.
La emotiva despedida de ayer en Guadalajara a Jorge Vergara, por mucho que él ya no operaba el equipo por motivos de salud, representa un cambio irreversible.
Más allá del director deportivo exitoso que ha sido contratado, la nueva era de las Chivas necesita una filosofía, una piedra que se añada a la de Jorge que llegó hasta donde pudo.
Necesita un nuevo ideario como el que durante los primeros años ordenó todas las acciones antes de perderse en el camino por los cambios de rumbo y accidentes de una operación que terminó engulléndose a si misma.
El Guadalajara necesita verse al espejo más que como un negocio metido en problemas, como una institución necesaria para el futbol mexicano que no acepte debilidades; que sea fuerte como su historia, olvidada ya por las nuevas generaciones dada la falta del obligatorio refrendo.
A Amaury Vergara debe deseársele de corazón la claridad necesaria.
Pumas también tiene un cambio.
Rodrigo Ares de Parga rescató al club de un endeudamiento soberbio y apostó con lo que pudo por un salvamento deportivo.
Construyó infraestructura y deja al equipo lejos de las amenazas de descenso que en algún momento sufrió.
Su personalidad frontal puede generar, al igual que en el caso de Vergara -cada quien en su dimensión- opiniones encontradas.
Pero sería injusto dejar de lado la mejoría que logró con un que presupuesto no se puede comparar a los de élite, aunque su gente exija rabiosamente pelear contra ellos.
Ser presidente de Pumas tiene un componente político frente a Rectoría y frente al entorno universitario. Eso entraña una dificultad distinta que desde lejos es difícil ver.
El nuevo ungido aparece en una etapa que estaba prevista para ser la del despegue.
Cruz Azul vive un momento interno muy ruidoso.
Mientras uno de sus vicepresidentes -Víctor Garcés- se proclama como tal y la presidencia -Billy Álvarez- lo desmiente categóricamente, las olas posteriores a ese súper liderato y la última Final perdida contra el América han tapado mucho de lo bueno.
La Máquina volvió a invertir en su plantel de manera espectacular durante los últimos 3 torneos y logró un equilibrio de fuerzas que se derrumbó súbitamente para terminar eliminado otra vez en el actual semestre.
Se interrumpió la construcción cuando se presentía el auge y su afición volvió a habitar las calles del desencanto.
Chivas, Pumas y Cruz Azul no hacen su propia fiesta porque necesitan aprovechar el tiempo en otras cosas.
La más importante, reconstruir lo indispensable para regresar a una Liguilla que hoy no los necesita porque hay otros mejores que ellos.
Twitter: @FJG_TD | | | |
| | | | | | | |
¿Quieres recibir en tu e-mail la columna editorial de Francisco Javier González?
| | |
| | | |
|
|