Penúltima fecha.

A nadie se le puede hacer tarde porque se queda afuera.

El aviso no es para los que prematuramente dijeron adiós porque no tenían con qué pelear en un sistema tan complaciente.

Está dirigido a los que han hecho ciertos méritos en el curso para poder entrar a la fiesta aunque sea sobre el tiempo. Librando el viaje de esa puerta que se cierra para la mayoría.

La temporada regular ha sido reveladora: los "grandes", los tradicionales, han sufrido reveses que les restan estatura y estatus.

Lo de Chivas es un drama porque pasa el tiempo y no hay remedio que sirva. Ha sido más común verlas marginadas de la Liguilla que participando en ella.

Así se aleja la gente, los patrocinadores, los sueños de uno de los dos equipos más grandes de México, cansado de apoyarse en su historia para poder decirlo.

Viene en mal momento porque se aproximan momentos decisivos en el aspecto financiero para plantear el paso siguiente, que no debería ser más desencaminado que los anteriores.

Cruz Azul, envuelto en declaraciones directivas y disputas internas, rompió algo. Se ha alejado de la Liguilla porque el ruido y la inconsistencia han sido demasiados.

Ha perdido partidos cruciales y aunque está esperanzado en un milagro, queda lejos de estar entre los meritorios pese a tener un plantel competitivo, una gestión que no falla en los pagos y una afición que espera el enésimo guiño para regresar.

Pumas, con un presupuesto menor a sus obligaciones y cimientos que deben servir para una realidad más luminosa aunque haya cambio en la presidencia, trata de meterse también a la serie final.

La primera campaña de Michel debería marcar una permanencia que permita estabilidad con un equipo que ha de cambiar algunas piezas ya rancias en la banca pese a que su nombre -y costo- daban para más.

Rayados, caso para la araña, dejó de funcionar con Alonso y tiene la marcha atorada con Mohamed.

Jenssen no ha sido en absoluto el contrapeso de Gignac, su estadio no es el campo de los sueños y su afición se queda otra vez viendo el poder de Tigres, el vecino triunfador que hace más grandes sus pesares.

Toluca, otro tradicional en las batallas importantes, fue menos que comparsa en un torneo para olvidar y deberá tomar decisiones diferentes.

¿Será definitivo el cambio de geografía del futbol mexicano?

Tiempo de Santos Laguna, Necaxa, Querétaro, Monarcas, de León -otra vez- y de los que ye les quitaron la silla a los mas comerciales, a los dominantes y taquilleros que están representados hasta ahora sólo por Tigres y América.

Última llamada.

¿Quién alcanza a meterse? Se termina el tiempo para aprobar, aunque sea con seis de calificación, un curso que vuelve a perder protagonistas en su etapa decisiva.

 
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