La idea sale del botiquín de emergencia que solemos poner en la mesa faltando pocas jornadas para el final del Torneo Regular: si el equipo fulano tiene marcha perfecta de aquí a que termine la campaña, tiene posibilidades de clasificar.

Y aunque en el deporte a veces pasa lo improbable, se llama a la total falta de lógica con la suposición: si el Toluca, si el Cruz Azul, si las Chivas ganan todo lo que van a disputar, pueden meterse a la pelea.

Hablamos de equipos que en algunos casos no tienen mucho mas que el 35 por ciento de productividad, que es ínfimo. Tanto, que ni el bondadoso sistema de competencia podría poner en la lista de los aspirantes a campeón a quienes han dejado de hacer la tarea durante tanto tiempo.

Toluca vence al Pachuca en el Nemesio Diez y lo empuja hacia fuera de la Liguilla. Junto con Santos Laguna son los tres equipos con mas títulos en la era de los Torneos Cortos -de 1996 a la fecha- pero mientras que los diablos no se coronan desde el Bicentenario 2010, los Tuzos lo hicieron en el 2016 con esa sorpresiva victoria a domicilio sobre Rayados.

Ambos, pues, han dejado atrás sus últimas páginas de gloria.

Cruz Azul estuvo a punto de ganar en el Volcán, pero la genialidad de Gignac con un gol que combinó más clase que errores del adversario, puso el uno a uno que deja a La Máquina muy alejada de cualquier posibilidad.

Los Cementeros han tenido una campaña tóxica en varios niveles y eso se ha reflejado en el terreno de juego. La falta de consistencia que le lleva a golear al América para luego perder en casa con Monarcas y ahora para casi hacer tropezar a los Tigres, muestra una bipolaridad indescifrable.

El caso es que salvo por sus partidarios, se sigue viendo con escepticismo y hasta con poco agrado el paso de los clubes no consagrados que confirman semana a semana su calidad y hegemonía.

Necaxa, Querétaro y Santos Laguna están lejos de los planteles con mayor inversión en el circuito, pero ocupan tres de los cuatro primeros lugares de la Tabla.

León, que tiene un capital más poderoso en su nómina, no vuela tan alto como el torneo pasado, pero es un aspirante indudable porque ya tiene la experiencia del semestre anterior, un plantel reforzado para hacerlo mejor respecto a lo bueno que ya era, y un entrenador, Nacho Ambriz, cansado de ser ninguneado como le ocurre también a Memo Vázquez, expulsado del Veracruz en su momento para ocupar el liderato general meses después. ¿Quién tenía la razón?

América se sostiene, Tigres siempre está presente y algunos polizontes como Atlas y Xolos se quieren subir al barco.

La recta final, con jornada doble de por medio, está por dar su veredicto.

La hora de la verdad castigará a todos los mediocres.

 
 
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