Capucha, lentes oscuros, cabizbajo y apretando el paso. Las manos metidas en los bolsillos de la chaqueta y un lenguaje corporal que denotaba incomodidad y hasta cierto punto vergüenza.

A Víctor Guzmán apenas y se le veía parte del rostro. Postal que no ayudó en lo absoluto a un asunto de por sí complejo y espinoso.

Ver así al "Pocho" a su llegada al Aeropuerto de la Ciudad de México dejó más dudas que certeza.

No tenía por qué declarar ni responder pregunta alguna de los reporteros que le esperaban en la Terminal 2, pero tampoco debía mostrarse como si fuera un delincuente o un hombre recién aprehendido por la justicia. Nadie aconsejó a Guzmán. Ojalá lo hubiera hecho Arturo Gálvez, jefe del departamento jurídico de Chivas con quien realizó el viaje a la capital del País. (Aunque, siendo sinceros, Chivas debe estar tremendamente decepcionado).

Y es que dentro del puñado de las buenas contrataciones que realizaron para el actual torneo, el fichaje de Guzmán era por mucho el más importante después del de Macías. Tipo de calidad comprobada, de experiencia suficiente y con mayor consolidación que otros refuerzos como Calderón y Antuna. Realmente se antojaba verlo con las nuevas Chivas.

Llegó a ser una de las más grandes promesas del futbol mexicano. Fino mediocampista con la virtud de tener pegada y gol. Dúctil, resolutivo, inteligente y solucionador. Una pena el embrollo en el cual transita y en el que permanecerá enredado hasta que se aclare todo.

El caso de Víctor Guzmán genera demasiadas preguntas sin perder de vista que el jugador es el principal responsable en caso de que las pruebas resulten contundentes.

¿Por qué tardaron tanto los resultados si el aparente dopaje se dio en la jornada 4 del torneo anterior? ¡Más de cuatro meses! Significa que los análisis de los futbolistas que pasaron por las pruebas en la reciente jornada uno ¿tendrían los resultados hasta junio? ¿La Liga sabía lo de Guzmán? ¿Pachuca lo sabía? Y si lo sabía, ¿por qué lo vendió a Chivas?

El escueto comunicado de la Liga MX en su segundo párrafo establece: "Esperemos que todo se aclare por el bien del jugador". Es decir ¿todo puede tratarse de un simple malentendido?

Víctor Guzmán por su parte, escribió lo siguiente: "Procederemos a solicitar el análisis de la muestra B con la esperanza de que se demuestre tras su apertura que haya sido todo un terrible error y que yo pueda seguir ejerciendo mi profesión".

Chivas se limitó a decir que Guzmán dejó de formar parte del plantel y Pachuca que brindará apoyo al futbolista solicitando respeto para él su familia.

Todo está revuelto. ¿Será por eso que Víctor Guzmán no ha sido un jugador constante de Selección Mexicana teniendo las condiciones que tiene? Sólo unos cuantos llamados. Aquel golazo ante Costa Rica y párenle de contar.

 
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