Alguna vez dijo Miguel Herrera que quería convertirse en el Ferguson del América; que solamente la Selección Nacional le haría pensar en otra playera para dirigir en México.

Los directores técnicos viven en una montaña rusa que recorre a toda velocidad las curvas pronunciadas y las largas rectas que a veces suben con dificultad para luego descender casi en caída libre.

Los veleidosos resultados cambian rumbos, cortan empleos y determinan voluntades.

En el América todos están contentos con Miguel Herrera: aficionados, jugadores, cuerpo técnico y directivos. El círculo virtual abraza al "Piojo"... hasta que suceda lo contrario.

No obstante, el cumpleañero entrenador de las Águilas ha hecho tan bien su trabajo que cambió el prototipo de timonel en Coapa. Eso ya es parte de su historia.

Los más viejos de la comarca recuerdan al elegante Alejandro Scopelli, uno de los primeros jugadores argentinos que militaron en Europa.

Como entrenador, "el Conejo" fue un adelantado a su tiempo. Tanto como Nacho Trelles, otro sabio que manejó la banca entonces azulcrema.

José Antonio Roca es uno de los técnicos más espectaculares que ha tenido el América.

Futbolista de 20 años de carrera y dirigido por Trelles en su época del Zacatepec, era contador público y trabajaba en la Federación cuando Guillermo Cañedo le invitó a ser entrenador y tomar el equipo que Luis Grill tenía en los últimos lugares.

Roca, autor de frases célebres y combustible para la rivalidad con las Chivas, lo sacó del hoyo y fue campeón en esa misma temporada.

Raúl Cárdenas también pasó por ahí con su figura espigada y sus declaraciones siempre bien construidas.

Jorge Vieyra y Miguel Ángel "Zurdo" López tenían al igual que los otros, un sello inconfundible: serios, correctos: cortados por la tijera de lo clásico y ortodoxo.

Miguel Herrera dio vuelta a esa página desde su llegada.

Desfigurado en las celebraciones, hacedor de títulos, rebelde con los árbitros y fiscal acusador en las conferencias de prensa.

A veces desaliñado, siempre dispuesto, apasionado por lo que hace y dice, "el Piojo" fundó un nuevo molde que sin hacer huesos viejos también recibió al "Turco" Mohamed, firmante de un título más para las vitrinas.

Puede ser generacional, pero personalidades como la de Herrera no abundan en el medio.

Solo "el Tuca" Ferreti a través de la permanencia, la filosofía y el sello que le ha dado a los Tigres es semejante en algo a Miguel: parecen estar fabricados para el club que dirigen.

En su cumpleaños, "el Piojo" tiene varias cosas que celebrar. Una de ellas es haberse ganado a las dos aficiones mas exigente de México: la del América y la de la Selección Nacional.

No cualquiera.

 
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