Ver a los Pumas en lo alto de la Tabla de posiciones cuando ha corrido ya mas de la tercera parte de la campaña regular es una noticia digna de atención.
Invicto en el torneo, con dos empates, cuatro triunfos y presentaciones gratas de sus nuevas caras, avalan los esfuerzos que durante años han hecho los universitarios para llegar a este punto y tener la liquidez disponible para competirle a los que tienen mayor presupuesto. Eso, sin duda les va a suceder siempre en el futbol profesional de la actualidad: nunca tendrán la mayor cartera del circuito. Tampoco tienen la peor.
Pumas si ha podido, de acuerdo a una buena gestión, encontrar a un técnico de prestigio internacional que se sume a la causa. Y también dieron con Saucedo, con Dinenno y con Álvarez. Ensamblan una mística de pelear siempre el balón, pero con el sentido de saber qué hacer luego con el.
La vigencia de Carlos González, el resurgimiento de Pablo Barrera y el liderazgo desde la puerta del "Pollo" Saldívar son botones más de un muestrario en el que Mayorga vuela por la banda izquierda tanto como Mozo lo hace por la derecha, avalada por una zaga central que corrige sus errores, incluyendo el de saltar dormida a la cancha del Toluca para recibir el gol más tempranero que se recuerde en la comarca.
Esto, sabemos, da sus vueltas y pese al buen inicio nada está garantizado. El futbol es veleidoso y ofrece sustos en cada esquina.
Lo importante es saber que si ya se tiene una buena base, el futuro será más fácil de construir. Ante cualquier posible revés, si se tiene la paciencia necesaria, el Goya que se extrañaba en Ciudad Universitaria volverá a resonar con fuerza.
Con todo lo que sucedió frente al Toluca -que bien hubiera podido sacar algo más-, Pumas tuvo lo suficiente para vencer y esperar su calendario inmediato con ansiedad de la buena porque la prueba será definitiva: tras recibir al impredecible Monarcas, visitará a Tigres, será anfitrión del América y visitará al León. Quince días después se meterá al Azteca para medirse con Cruz Azul.
No es que lo logrado hasta ahora sea de poco mérito. Pumas ha ido sumando refuerzos y afinando su juego, pero lo que se le viene encima es atractivo y retador: ¿podrá mantenerse en los primeros lugares con ese tipo de pulsos que animan el torneo y sirven los platillos fuertes?
Michel tiene razón en pedir calma; en no festejar nada antes de tiempo.
Pero la alegría que se prende en la tribuna del Pedregal una vez más no necesita más que lo logrado para volver a alimentar el optimismo de un equipo que tiene por lo regular más esperanzas que posibilidades y hoy empieza a darle la vuelta al destino.
Que la alegría dure mucho, porque Pumas es animador por antonomasia.
Twitter: @FJG_TD |
|