Las novedades dicen que faltan detalles para que Rodolfo Pizarro firme su contrato con el Inter de Miami.

Los poco entendidos se preguntarán cómo se come eso, pero los buscadores en internet -cuestiones de nuestros tiempos- lo ponen por encima del mismísimo Inter de Milán, histórico del futbol italiano, europeo y mundial.

Las alarmas dicen que Rayados fijaron un ultimátum que solo puede conjurar una transferencia bancaria que haga realidad los deseos de la nueva franquicia de la MLS.

Normal.

Sin dinero, no baila nadie.

Pizarro es un buen jugador que dada la escasez de talento mexicano, alcanzó cifras inverosímiles en el mercado nacional en su periplo que inició en Pachuca con escala en Chivas y destino final en Monterrey.

Si vale o no lo que dice su etiqueta lo avalarán Diego Alonso y el futuro probable en la nueva franquicia de la MLS, ávida de personajes que atraigan la atención.

Existe dentro de esto una realidad: Pizarro ha venido a menos y su actuación en la Final contra el America en la última Liga fue tan prescindible que Rayados terminó prescindiendo de él en los momentos decisivos.

Esto implica que ante la jugosa oferta del Inter de Miami y su valedor Diego Alonso, Monterrey no prescindiría de un indispensable: Rodolfo no viene mal al plantel, pero no se hizo vital en los instantes cruciales.

Esperando que las diferencias económicas se zanjen, el posible nuevo destino para Pizarro tendría que revaluarle a una edad susceptible de ello: material europeo según avala el propio Gerardo Martino, tendría que alcanzar ese nivel en una Liga menos visible que la mexicana para emprender el viaje al Viejo Continente.

Entre tanto, el campeón Rayados es juzgado por su flojo inicio en la nueva Liga, que no le concede beneficio por los pocos días de descanso entre un torneo y otro.

Nobleza obliga a exigir lo máximo sin apreciar las circunstancias y se empieza a hablar de campeonitis.

Las cosas lo darán a cada quien su lugar y Rayados se recuperará de todo esto muy pronto.

Con o sin Pizarro; con o sin descanso.

El sabio tiempo premiará a quienes más han invertido en una Liga competitiva y exigente que sabe quienes son los mandones.

Entre ellos están los Rayados, hoy víctimas de un juicio pasajero.

 
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