La épica confrontación entre Pumas y América del viernes confirmó un par de hipótesis: el equipo de casa es de verdad y el ADN del visitante es capaz de pasar las más exigentes pruebas de laboratorio.

Para que en un partido se registren tantos goles, tienen que conjugarse varios elementos: errores, vaivenes emocionales, capacidad de reacción y en este caso, calidad de los contendientes.

La Liga MX crece en cuanto su espectáculo sea mayor y pueda ser consistente jornada a jornada. La aportación de este partido es innegable para el saldo final de este torneo y será recordado por mucho tiempo.

En lo dicho: Pumas hoy tiene alternativas en la banca.

Tantas, que dos de sus jugadores fundamentales hasta ahora no fueron parte de la alineación que abrió el partido, dejando Álvarez y Saucedo sus lugares a Malcorra y Dinenno, que respondieron con creces a su entrenador y a una tribuna vibrante que les aclamó, y en el caso de Ignacio, le perdonó algunas cuentas pasadas gracias a una actuación desbordante y goleadora.

El América contestó con la personalidad que le ayuda en los momentos más duros y empató un partido que jugó mejor el rival, pero en el que otra vez el tiempo de reposición le dio oportunidad de hacer esa jugada agónica que convirtió en el tanto del empate para sellar una noche inolvidable.

Mientras Pumas enfrentará una visita dificilísima a un León impredecible, las Águilas encararán a otro de sus adversarios más apetecibles para la grada: Cruz Azul, que marca la pauta en la punta de la Tabla teniendo precisamente a los esmeralda en el subliderato.

Las piedras de toque para Pumas y América, por lo tanto, son de lo más granado y el duelo directo puede generar movimientos en los primeros cuatro sitios de la Tabla, que ocupan ellos mismos.

El ganón de los puntos que entre ellos habrán de perderse debería ser el Guadalajara, ganador del Clásico Tapatío con autoridad y un marcador que merecía tener mayor amplitud que el 2-1 final.

El Rebaño, defenestrado hace un mes y aplaudido hoy, recibe al campeón Rayados que parece todo menos un defensor del título, y acumulará después más escalas que parecerían ser menos peligrosas aun: visitar a Querétaro, recibir a Monarcas y visitar al Necaxa, antes del Clásico Nacional de la jornada 14.

Querétaro con tres jornadas sin ganar, Bravos con un derrumbe defensivo en el segundo tiempo que lo dejó atropellado en su propia cancha y Pachuca que adelanta posiciones, son los que aspiran a acercársele a los de la punta, con una distancia numérica y futbolística que deberán mejorar para lograrlo.

La jornada entrega buenas cuentas de los históricamente obligados a protagonizar nuestra Liga, sin lograrlo juntos en la mayoría de las ocasiones.

Veremos si la consistencia les permite mantener el tamaño que la mayoría les concedemos.

 
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