Segundos después de haber marcado el penal, el árbitro Peter Vervecken se dio cuenta de que había cometido un error. Un flashazo por su cabeza le hizo saber que todo había sido una simulación del delantero tras rodar estrepitosamente por el área grande. Que fue engañado y que se dejó llevar por la inercia de la jugada. Se enfrentaban el KAA Gent y el Tubize en la Liga belga.
Así que, sabedor del grave error, el juez central le solicitó algo muy especial al portero del Tubize: que atajara el penalti que acababa de señalar a favor del Gent. "Sálvame, páralo", reveló Nicolás Ardounin luego del partido. "Me imploró que detuviera el penal".
¿Qué pasó? Las redes se sacudieron. (Las de la portería. <Las sociales aún no existían>). Ardounin no logró detener el penal, el bochorno de Vervecken fue eterno, la pifia quedó grabada para siempre y el Genk sentenció el juego 2-0 ante el Tubize que hoy milita en la Tercera División de Bélgica.
Por cierto, el delantero del Genk que consiguió mañosamente la pena máxima, ofreció disculpas a los jugadores del Tubize por el "clavado" descomunal en el mano a mano con el arquero Ardounin.
Nada de esto hubiera pasado con el VAR. ¿O sí?
Hace un par de días tuve la oportunidad de platicar con Arturo Brizio, máximo jerarca del arbitraje en México.
Le cuestioné si sostenía aquello que declaró el 18 septiembre del año pasado: "Dudo mucho que haya un mejor VAR que el mexicano". Don Arturo respondió categóricamente que sí.
La entrevista se centró en cuestiones de videoarbitraje. Arturo Brizio se va a la estadística concreta y dice que los errores puntuales del VAR no llegan a 15 desde su aparición. Que eso es lo que le hace pensar que el VAR en México es altamente competitivo y que sin VAR se hubiera tenido un error por partido. (Con VAR, un error cada nueve partidos en los dos torneos anteriores).
Sin embargo, más allá de las estadísticas, le pregunté sobre la percepción del VAR en nuestra Liga. Considera que NO es buena porque la "familia futbolística" (así le llama), malinforma a la gente. "Cuando decimos que el VAR no sirve, estamos diciendo una mentira porque el VAR sí sirve". "Cuando decimos que el VAR arbitra, estamos diciendo otra mentira porque el VAR no arbitra".
Brizio dice que está dispuesto a que las famosas cajas negras donde se guardan las conversaciones se conviertan en cajas de cristal. Que no le teme a la transparencia. "No hay nada oculto", asegura.
Pobre Peter Vervecken. Si tan solo el VAR hubiera sido su aliado, cuánta pena se habría ahorrado. A menos que, como puede pasar, le hubiera tocado ser parte de ese porcentaje que también se equivoca aún con seis ojos, seis monitores HD, aparatos de comunicación, repeticiones y cámaras lentas.
Penal. Gol. Culpa del VAR. Mas no de Peter.
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