El golpeo del balón es sordo.

Los gritos se escuchan como si fueran lanzados dentro de una caja, rebotando acústicamente por todos lados.

La fiesta se llevó a cabo sin invitados, y la cancelación de su asistencia se debió a esa lucha contra un virus maldito que entre todos tenemos que vencer haciendo caso a la prudencia, la higiene y las indicaciones de los que saben de esto.

La Liga MX aguardó las indicaciones de las autoridades para vaciar los estadios de gente primero y de futbol a partir de este momento y hasta nuevo aviso.

En varios de los partidos jugados se notaron imprecisiones en el pase, distracciones en la concentración y en algunos de ellos, errores increíbles como los de Vázquez Mellado, Maidana y Cortizo. Yerros de colección.

¿Tendrá que ver con que ellos también están preocupados? ¿Con la costumbre de escuchar en cada una de sus evoluciones una tribuna que anima, reprueba, canta o llora?

Por mas que la decisión no solamente estaba justificada, sino que era esperada, la manera en que se celebraron siete encuentros del fin de semana nos recordaron que el futbol es de la gente y para ella. Que sin su presencia en la tribuna se pierde sentido y que la única música que hace la diferencia es la que sale de las gargantas de quienes hoy, igual que los futbolistas o los entrenadores, tendrán que guardar el reposo que las circunstancias exigen.

El triunfo de Cruz Azul, por ejemplo, tuvo que haber sido saludado por un gran orfeón en ese último instante en que Corona le ataja a Aguilera el penal que hubiera cambiado dramáticamente la historia de un merecido triunfo celeste en un empate al límite como el que América obtuvo la semana pasada en la cancha de los Pumas.

El grito se escuchó en las casas, disperso por todo el País y también en miles de hogares de Estados Unidos. Se trataba de un partido top en el que La Máquina se impuso para tomar el liderato del torneo de aquí hasta que se reanude la actividad en fecha incierta.

Y lo hizo porque jugó mejor.

Desde el primer minuto salió a morder al rival con una energía que ya ha mostrado en jornadas anteriores y si no se fue al descanso con una ventaja considerable, fue porque Guillermo Ochoa es hace varias fechas el mejor jugador de su equipo.

Si en algún trecho del complemento equilibraron las Águilas, no alcanzaron a igualar en méritos al rival, aunque si lo pudieron hacer en el marcador con ese penal agónico.

A Cruz Azul le pasa lo que a Chivas: casi ninguno de los refuerzos le han hecho mejorar. Salvo excepciones, con lo que tenían el semestre pasado les está bastando para cambiar la historia.

El torneo toma una pausa con varias promesas que cumplir.

La más importante, regresar muy pronto anunciando normalidad y seguir apasionando a un pueblo preocupado que lo lleva en la sangre.

 
Twitter: @FJG_TD