No fueron las palabras adecuadas para el foro en el que se encontraba. No estaba en una mesa de debate ni un programa nocturno. Los micrófonos a su alrededor no eran de analistas ni de especialistas de futbol. Era una sala de prensa, no un foro de televisión.
En la conferencia, básicamente había reporteros. Colegas a quienes respeto y admiro por su tenacidad y su fortaleza diaria. Hombres y mujeres que desde temprana hora - a veces en plena madrugada - van en busca de información.
Lo digo así porque lo sé. Porque muchos de nosotros nunca hemos dejado -ni dejaremos de ser - reporteros. Es parte fundamental de la estructura que nos convierte en comunicadores. Tenemos que investigar, indagar y buscar las rutas adecuadas para llegar a ese punto exacto que nos permitirá contar una historia con todas sus caras.
Estoy seguro que Rafael Puente no se refería a la labor del periodista y/o reportero, sino a la del analista de TV. Puente tendrá sus razones si llegó a sentirse así en su etapa de comentarista.
Y aunque él no lo crea, el especialista o el ex futbolista también está en zona de riesgo si no es capaz de llenar la pantalla o de satisfacer las necesidades de una audiencia. He visto innumerables casos en donde les han dado las gracias.
Pienso que Puente quiso hacer referencia a la volatilidad de su puesto, a esa silla tan punzante y caliente en la que sientan los entrenadores. Y más en el futbol mexicano donde, 2 derrotas consecutivas, acercan la soga. Desde esa perspectiva, en efecto, alguien que se sienta frente a las cámaras 2 veces por semana en algún programa de radio o TV, no tiene tanto riesgo de perder el trabajo.
¿Presión? Vaya que existe en el periodismo. Esa sensación de no tener lista la nota. Esos latidos que siente el cuerpo cuando el futbolista que da el sí para una entrevista y 4 horas después del momento pactado, simplemente no aparece. Esa incomodidad cuando el directivo viene y te reclama porque no le gustó lo expuesto, porque consideró que la crítica fue severa o porque cree que tiene el poder de hacerte callar.
Eso sí, afortunados somos de ser reporteros y periodistas deportivos porque hay otro periodismo que mata. En el 2019, de 25 asesinatos a informadores en el mundo, 10 ocurrieron en México, superando a naciones como Afganistán, Paquistán, Siria y Somalia.
Por eso es que no es bueno englobar o generalizar como lo hizo Puente. Se metió en un laberinto innecesario y esa "buena prensa" que tiene, se le puede voltear en cualquier momento.
¿Zona de confort? También hay DTs que viven de ella. Que van y vienen a las canchas y a los programas de TV con un descaro absoluto. Que son acomodados por promotores para no frenar el negocio y que usan a los medios como vitrina de exposición.
También es cierto que como reporteros, comentaristas, periodistas o analistas no podemos tener la piel tan delgada. Nosotros somos los primeros en criticar (es parte de nuestra labor) y también cometemos errores cuando generalizamos con una facilidad que espanta. De la misma forma, afectamos directa o indirectamente y también nos metemos en laberintos.
Analicemos esto de la zona de confort. Que sirva la lección para nunca caer en ella. Cual sea la profesión que ejerzamos.
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